A colación de lo sucedido el pasado sábado y tras anunciar la creación de un «censo pormenorizado del arbolado», ha querido el edil encargado anunciar que en el último trimestre del año se llevará a cabo una replantación de árboles para ayudar a disminuir el dióxido de carbono en la ciudad y cumplir el compromiso de la Agenda 2030.

Bulevares, parques, jardines, medianas y espacios de la ciudad como el Cordel de las Merinas, que en los meses de octubre a diciembre se verán beneficiados de esta medida que pretende ampliar el número de árboles de la ciudad.

Las especies elegidas serán olmos, magnolios, celtis, pinos o fresnos entre otros y ya han sido adquiridas a un vivero y cuentan con diferente tamaño dependiendo de la especie.

Recalcó el concejal el hecho de que «no se va a eliminar ningún árbol» puesto que todo aquel que consideren que deba ser retirado, será sustituido por otro, logrando además el embellecimiento de la ciudad.

También adelantó su intención de en próximos años poder contar con «más dotación presupuestaria para poder adquirir más arbolado».