La dedicación de una Alcaldía atiende todos los detalles. El alcalde de Los Cerralbos, Andrés Gómez, se encaramó a una grúa y colocó un cable de telefonía que había quedado descolgado tras el paso de un camión. «Me gusta estar pendiente de todo», indica. Quizá haya influido que el regidor sea jefe de grupo en el parque de bomberos del Ayuntamiento de Madrid para poner el grito en el cielo por la abundancia de tendido en este municipio de apenas 450 empadronados.

Tanto, que el alcalde escribió en noviembre a cuatro compañías para afear la gran cantidad de cableado de proveedores de servicios teléfonicos y de internet sin uso, de cobre y de fibra. «Provocando una aglomeración de cables en las fachadas y entre los postes, descolgándose en muchos casos, e incluso tirados en la vía pública», detallaba en la reclamación sobre la retirada del material de telecomunicaciones sin función.

Ninguna de las empresa apeladas, entre ellas Telefónica y Vodafone, ha contestado al Ayuntamiento de Los Cerralbos, tal y como apuntaba a este diario el alcalde. «Da un aspecto de dejadez, de abandono», apunta por el perjuicio estético de tanto tendido en la localidad. «Es vergonzoso», apostilla.

Los Cerralbos protesta por el cableadoGómez extiende este problema también al resto de los municipios y hace especial incidencia en los cables aéreos, que como los de fachada se instalan sin pedir al permiso al Ayuntamiento. Los técnicos sustituyen los cables sin retirar los antiguos.

«Mi queja es que parecemos tercermundistas. No hay un orden», afirma este alcalde que ha superado ya la mitad de su primera legislatura. Desde hace aproximadamente un año, emprendió la tarea de revertir la abundancia de cables. «No ha habido avances», lamenta. Por eso, remitió el pasado 11 de noviembre el escrito a las principales compañías.

Gómez, natural de Ávila, vive desde más de dos décadas en Los Cerralbos, una localidad ubicada a unos cinco kilómetros de Cebolla. «Cada vez que un usuario realiza el cambio de compañía o baja de servicio los instaladores tanto de la nueva compañía como de la anterior no retiran los cables sin uso», expone en el escrito, que abunda en «el mal efecto tanto estético como práctico que esto provoca».