«Una mejora inaceptable y ridícula». De esta forma calificaba en la tarde de ayer Elena Díaz Fernández, presidenta del comité de empresa de Caixabank en Toledo, la oferta que horas antes había realizado la entidad de crédito sobre el ERE (expediente de regulación de empleo) con el que inicialmente se planteaban el despido de 8.291 personas, más del 18% de la plantilla.

La oferta en cuestión reduce los recortes de personal en 7.791 empleados y mejora parte de la propuesta económica, ya que para los mayores de 63 años propone el pago de 20 días por año trabajado, para los mayores de 57 ofrece el 50% del salario regulador hasta los 63 años, para aquellos de entre 55 y 57 propone un pago de 4,5 veces la mitad de su salario regulador (2,25 anualidades) y, para el resto, ofrece pagar 30 días por año trabajado, hasta un tope de 20 mensualidades.

«Ellos alegan causas organizativas o de producción, pero el único objetivo es económico», afirma Elena Díaz, que rechaza de pleno la oferta planteada en las últimas horas.

«Inaceptable y ridícula» oferta al ERE de Caixabank

«Después de un beneficio de  4.786 millones de euros, con un presidente que se ha triplicado el sueldo y después de todas las ayudas que han recibido, Caixabank no puede devolver esto a la sociedad. No puede dejar sin trabajo a tantas familias», afirmó ayer la presidenta del comité de empresa momentos antes de protestar ante las puertas de la nueva sede territorial de la entidad, en la avenida General Villalba.

Todos los sindicatos con representación en Caixabank asistieron a la concentración de ayer para pedir el fin de «un ERE sin precedentes en el sector».

Concretamente, en Castilla-La Mancha, Caixabank cuenta con 352 oficinas y 1.100 trabajadores, y el ERE afectaría a 235 personas (el 21,36% de la plantilla), 50 de ellas en Albacete, 72 en Ciudad Real, 13 en Cuenca, 37 en Guadalajara y 63 en Toledo.

«Inaceptable y ridícula» oferta al ERE de Caixabank

«Aludimos a la responsabilidad de Caixabank para que recapaciten», insisten desde los sindicatos, que ven una enorme contradicción que la compañía anuncie tantos despidos por un lado y por el otro invierta todos los años «más de 500 millones de euros en obras sociales».

«Van a mandar a la calle a mucha gente capaz y, además, se van a cerrar muchas oficinas, sobre todo en pueblos más pequeños. Se habla mucho de la España vaciada pero dejar a municipios sin un banco es algo que contribuye mucho a su despoblación», denuncia Elena Díaz.