En bici hasta Almería para hacer un hospital en Centroáfrica

EFE
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Los 530 kilómetros pedaleados que separan Toledo de Almería sirven de reclamo para la captación de fondos en favor de la construcción de un recurso sanitario en la ciudad de Bangassou. El empresario toledano Adolfo Sánchez, promotor de la iniciativa

En bici hasta Almería para hacer un hospital en Centroáfrica - Foto: Carlos Barba./ EFE

En Bangassou (República Centroafricana) las necesidades son muchas y de todo tipo, por lo que el ciclista Adolfo Sánchez ha acabado este domingo un reto solidario mediante el que ha recorrido los 530 kilómetros que separan Toledo de Almería para promover la construcción de un hospital en dicho lugar.

El promotor de Kilómetros por una buena causa ha explicado a Efe que esta iniciativa a beneficio de la Asociación Sara Allut Plata pretende recaudar un total de 50.000 euros para crear instalaciones hospitalarias, diez pozos de agua y una escuela, y por ahora ya han recaudado unos 27.000 euros para este fin.

El deportista conoció al presidente de la asociación, el neurocirujano y neurólogo Antonio Huete, subdirector médico del Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería. «Me habló de los problemas que había tenido en una misión en Bangassou, de la necesidad de aquellas personas de agua, escuelas y un hospital materno infantil, ya que tuvo que atender un parto en plena calle», dice.

«Presentamos un proyecto serio a las empresas que colaboran conmigo y tiramos para delante. Mi empresa, el Grupo Jarama pertenece al grupo AUNA. Les encantó el proyecto y se volcaron con nosotros», señala.

Pero Sánchez no concibe donar dinero sin aportar su «granito de arena», por lo que surgió la idea de recorrer en bici la distancia de Toledo a Almería y recaudar donaciones por cada kilómetro. «El viaje ha ido bien, no ha habido contratiempos, lo único es que ha sido muy largo», relata este ciclista.

«Lo bonito de esto es que todo el dinero va para allá... Que las cosas solidarias sean solidarias de verdad», ha subrayado, apuntando que el año que viene habrá nuevas iniciativas de este tipo para alcanzar los 50.000 euros.

El ángel de la guarda de Sánchez ha sido el navarro Javier Iriberri, quien hace dos años conoció al ciclista y lleva ya cuatro retos de este tipo compartidos con él.

Para Iriberri la dificultad de este trayecto es que «se coge todas las partes del día, la tarde, la noche, el amanecer y la mañana», sin dormir, con diferencias de temperatura.

Asegura que cuando pasan unas diez horas pedaleando se entra en un «mundo» no conocido para muchos, lo que precisa de «ritmos pausados» para no sufrir percances.

Junto a ellos ha realizado el reto David Martínez, trasplantado de hígado y que sufrió una metástasis en los pulmones. «Aquí estoy, vivo, contándolo, es lo más importante», dice entre risas. Es la segunda acción de este tipo en la que participa y considera que lo más precioso es poder apoyar causas como las de la Asociación Sara Allut Plata, en Bangassou.

Por su parte, el neurocirujano Antonio Huete destaca que este tipo de retos «sacan lo mejor de las personas para que lleguen a quiénes más lo necesitan». «Niños y mujeres que estas manos han tocado en la República Centroafricana, un sitio dónde no disfrutan lo que tenemos nosotros (...) ellos están en guerra (...) abren el grifo y no tienen agua. Eso es lo que queremos aportar», destaca.

El objetivo de su colectivo es llevar con sus "manos" el dinero que se recaude porque su compromiso está "con esos países y con cada persona que ha donado un céntimo de euro».

«Este tipo de cosas suelen generar un contagio. Son fruto del contagio cuando transmites cosas buenas y proyectos que transmiten ilusión y credibilidad», concluye.