Las palabras del arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, durante la Misa en honor a la Virgen del Sagrario, podrían resumirse en dos: fe y compromiso. Esta última, manifestó, recordando a quienes tanto han padecido con motivo de la epidemia del coronavirus, «porque los cristianos de verdad deben implicarse en el mundo de los que sufren». Cerro Chaves, quien agradeció a la Esclavitud de la Virgen del Sagrario -representada en la Catedral por Marisa Martínez, que fue directora de Caritas Diocesana de Toledo- sus esfuerzos por mantener esta devoción, estuvo acompañado en el altar instalado bajo el órgano del Emperador por el obispo de Albacete, Ángel Fernández Collado, y por el emérito de Segovia, Ángel Rubio Castro.
Asistió a la ceremonia la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón -autora del artículo de opinión «La tradición está en nuestro interior»-, junto con otros miembros de la Corporación municipal, además de representantes de la Diputación, entre otras autoridades. Prácticamente la totalidad de los asistentes, desde el arzobispo de Toledo hasta los seises, pasando por los miembros de la Coral Jacinto Guerrero, portaron mascarilla y mantuvieron distancia de seguridad.
Al acabar la ceremonia, el canónigo Jesús Martín, consiliario de la Esclavitud de la Virgen del Sagrario, invitó al arzobispo a recibir la medalla de esta hermandad (que no poseía, dado que su llegada a la archidiócesis no se produjo hasta el pasado 29 de febrero).
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El arzobispo recibe la medalla de la Esclavitud del Sagrario - Foto: Yolanda Redondo
El arzobispo de Toledo ha suspendido por segunda vez la celebración de la Exaltatio Crucis este fin de semana, acto ya aplazado el pasado Domingo de Resurrección por la situación sanitaria - Foto: Yolanda Redondo
El arzobispo recibe la medalla de la Esclavitud del Sagrario - Foto: Yolanda Redondo
El arzobispo recibe la medalla de la Esclavitud del Sagrario - Foto: Yolanda Redondo
El arzobispo recibe la medalla de la Esclavitud del Sagrario - Foto: Yolanda Redondo
El arzobispo recibe la medalla de la Esclavitud del Sagrario
La imagen de la Virgen del Sagrario fue finalmente portada en procesión por las naves del templo, acompañada solamente por los prelados, representantes de la Esclavitud, Cabildo y sacerdotes concelebrantes.