La tradición que contagia solidaridad

Mario G. Gutiérrez
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Desde ayer y hasta el próximo 30 de diciembre el Centro Cultural San Marcos acoge el clásico mercadillo de Manos Unidas. Después de que en 2020 no se celebrase, este año retoma su actividad para sufragar las iniciativas de la ONG

El Centro Cultural San Marcos se antoja un enclave muy favorable para atraer al visitante. - Foto: Yolanda Lancha

La situación sanitaria mejora, las previsiones económicas parecen más halagüeñas, el empleo dicen que repunta, pero el «hambre no cesa».

Por ello, se antoja fundamental que la actividad de organizaciones como Manos Unidas no cese, tanto para nuestro país como para el exterior. Pero para ello se necesitan fondos. Sustento económico para, en países donde algunas garantías sociales no están aseguradas, defender los derechos humanos, lucha contra la malnutrición, reducción de la mortalidad infantil, acceso al agua potable, defensa de los derechos de las minorías o creación y equipamiento de escuelas.

De esta manera, iniciativas como las desarrolladas en el Centro Cultural San Marcos, que acoge por primera vez este mercadillo, permiten que Manos Unidas recaude fondos que les permita sufragar los costes derivados, tal y como contaba durante la inauguración, Antonio Juanes-Cuartero, presidente-delegado de Manos Unidas en Toledo.

Al acto asistieron miembros de las diferentes intituciones y partidos políticos.Al acto asistieron miembros de las diferentes intituciones y partidos políticos. - Foto: Yolanda LanchaUn formato también renovado, que sustituye el tradicional rastrillo de objetos de segunda mano por un mercadillo al uso, donde se pueden encontrar desde productos de alimentación venidos desde diferentes puntos de la provincia, como aceite de Mora de Toledo, vino de Quero o cerveza artesana de Toledo hasta productos navideños procedentes de diferentes lugares del mundo donde Manos Unidas tiene proyectos en marcha. Es el caso de la artesanía que los franciscanos han traído de Tierra Santa; desde Líbano, donde cuentan con un proyecto destinado a mujeres en el sur del país; de Armenia, a través de unos artistas afincados en España y que han aportado unos iconos de simbología católica, al igual que unos artesanos de origen ucraniano y residentes en Toledo y unas representaciones de la Virgen, procedentes de Mali, llegadas con unos militares recién aterrizados del país situado en África Occidental, que «las han traído en sus mochilas». 

El enclave de esta venta benéfica, que estará abierto hasta el próximo día 30 y en el que colaboran Ayuntamiento de Toledo y Diputación Provincial, permite ser un reclamo para los turistas que en su discurrir por la ciudad, tienen en San Marcos un lugar de paso por el que al acercarse, y poder colaborar con el buen desarrollo de un mercadillo con carácter plenamente «solidario», que permitirá mantener los proyectos en el próximo año 2022, en el que se espera recuperar la «plena normalidad».

Los productos de lejanos lugares son la novedad de este 2021.
Los productos de lejanos lugares son la novedad de este 2021. - Foto: Yolanda Lancha
María Teresa Puig, concejala de Cooperación y Educación para el Desarrollo, manifestó la satisfacción que desde el Ayuntamiento supone colaborar en esta iniciativa que permite «financiar esos proyectos tan necesarios que ponen en marcha en distintos países del mundo». Además felicitaba a la Organización por el hecho de incluir artículos de los diferentes proyectos que tienen en los cinco continentes, visibilizando así la importante labor. Tras ello, se produjo la bendición de los stands «comenzando desde la puerta hacia el interior», para que así «todo lo que entre sea bueno» dijo el oficiante.

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