Un auténtico héroe después de haber muerto

Juana Samanes
-

La historia recreada en la película 'El hombre que nunca existió' constituyó uno de las mayores logros del contraespionaje británico durante la Segunda Guerra Mundial y un engaño militar que ha pasado a la Historia

Un auténtico héroe después de haber muerto

Durante la Segunda Guerra Mundial ocurrieron episodios realmente increíbles, alguno de los cuales ha recuperado el cine de forma novelada. Es el caso de la magnífica película Salvar al soldado Ryan, de Steven Spielberg, pero más cerca, en un escenario como un pueblo de pescadores de Huelva, tuvo lugar otro menos conocido por el gran público que no desmerece en interés. 

 Los hechos históricos que narra El hombre que nunca existió, dirigida por el británico Ronald Neame en 1956, también son apasionantes, a la par que curiosos, y tienen como protagonista un cadáver aparecido en la costa onubense durante el conflicto bélico, en lo que supuso un maniobra de despiste utilizada por el bando aliado, toda una estratagema militar que, como ocurrió con otras, cambió el rumbo de la Historia. 

Supone la traslación al cine de la novela escrita por el principal responsable de esta operación militar totalmente engañosa. Ese hombre se llamaba Ewen Edward Samuel Montagu, quien durante la Segunda Guerra Mundial ejerció como oficial de Inteligencia Naval. De él partió esta maniobra de contraespionaje que se concretó en que un cadáver, vestido como un oficial británico y de nombre comandante William Martin, portara unos papeles falsos que revelaran los planes de los aliados para la invasión de Grecia, cuando su objetivo era Sicilia. Y los alemanes picaron por completo, tanto es así que el historiador Hugh Trevor Roper lo denominó como «el mejor engaño militar de la Historia». 

Un auténtico héroe después de haber muertoUn auténtico héroe después de haber muertoLa película, una coproducción entre el Reino Unido y Estados Unidos está muy bien narrada -plagada de detalles y matices-, y cuenta con una estimable puesta en escena y unas estupendas interpretaciones. Es decir, se trata de una magnífica cinta cuyo argumento atrapa al espectador desde la primera secuencia. 

Así, en El hombre que nunca existió se reafirma en el dicho de que: En el amor y la guerra todo está permitido

Su desarrollo rebosa patriotismo y heroísmo además de contener secuencias realmente emotivas. Así, resulta tremendamente emocionante el encuentro entre el comandante Montagu y el padre del fallecido, cuyo cadáver ha sido solicitado por los militares para ese plan de alto secreto. Aunque a algunos de ustedes la subtrama que más les llegará es la protagonizada por la conocida actriz Gloria Grahame, en el papel de la prometida de un aviador británico. 

Un auténtico héroe después de haber muertoUn auténtico héroe después de haber muertoEn esta operación secreta, denominada Mincemeat (carne picada), nuestro país también jugó un papel relevante. Los aliados eligieron las costas onubenses debido a las buenas relaciones que el régimen de Franco mantenía con el Tercer Reich. Más aún, en Huelva residía Adolf Clauss, un espía alemán muy eficiente que fue informado muy pronto de la aparición del oficial inglés encontrado en el mar. Porque fue a las costas de Huelva donde llegó el cadáver del ficticio comandante William Martin y donde informadores de ambos bandos en conflicto dieron cuenta de este hecho y de lo que representaba. A día de hoy, si tienen curiosidad, en el cementerio de La Soledad de Huelva pueden encontrar la lápida que señala el lugar donde fue enterrado el cadáver del ciudadano británico. 

Más fotos:

Un auténtico héroe después de haber muerto
Un auténtico héroe después de haber muerto
Un auténtico héroe después de haber muerto
Un auténtico héroe después de haber muerto
Un auténtico héroe después de haber muerto
Un auténtico héroe después de haber muerto

 El organizador de esta operación, el mencionado Montagu, fue nombrado por este éxito miembro de la División Militar de la Orden del Imperio Británico.