El sindicato Comisiones Obreras ha denunciado que a partir del 1 de enero de 2020, los pasajeros del tren Madrid-Extremadura no podrán comprar sus billetes en las cuatro estaciones de la provincia de Toledo por las que discurre esta línea, como es el caso de Talavera, Illescas, Torrijos y Oropesa. Así se lo comunicó ayer el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias a los trabajadores afectados, tanto de la provincia de Toledo como, al parecer, de las estaciones del resto de España en las que hasta ahora venía prestando este servicio personal de Adif, según ha informado CCOO en nota de prensa.

Desde CCOO rechazan «radicalmente esta decisión, que se enmarca dentro de la política de desmantelamiento del ferrocarril convencional y de la línea Madrid-Extremadura en concreto que venimos sufriendo desde hace años», según denuncia Enrique Clavero, presidente del comité de empresa de Adif-Toledo y secretario provincial de CCOO-FSC.

Clavero subraya que el año 2019 «parecía haber supuesto una inflexión» en esta línea, ya que si bien «la mala fama y las malas experiencias del ‘tren de la vergüenza han provocado una notable pérdida de viajeros, en torno a un 10% menos en 2019 respecto a 2018», el Ministerio, Adif y Renfe «se habían puesto un poco las pilas» por las denuncias presentadas «por la reiteración de retrasos, incidencias y episodios rocambolescos». Entre otros, apuntan a la sustitución de los trenes S-598 por los S-599, la eliminación de limitaciones de velocidad y otras mejoras alcanzadas y que «habían conseguido reducir sustancialmente este año las incidencias por averías o por  problemas en las infraestructuras».

Sin embargo, desde el sindicato lamentan que ahora, esta supresión del servicio de venta de billetes en las estaciones de la provincia supone «un retroceso, un varapalo» y «un síntoma más de la decisión de apostar únicamente por el tren de alta velocidad y por las estaciones de las grandes ciudades que proveen muchos pasajeros; olvidando el tren convencional y degradando o suprimiendo el servicio al mundo rural y a quienes lo habitan».

Desde CCOO insisten en que la venta e información presencial al público en las estaciones es un servicio que se debe mantener y es algo «que no pueden satisfacer» ni las máquinas autoventa ni la venta online.

Para Clavero, esta medida es «una vuelta de tuerca más en el abandono de la líneas de ferrocarril convencionales», que están «huérfanas de inversiones para modernización y mejora, carentes de mantenimiento de la infraestructura, dotadas con trenes obsoletos y con pocos y malos servicios». El siguiente paso, asegura, será «cerrar estaciones dejándolas sin ningún personal».

Por todo, CCOO insiste en que el ferrocarril convencional es «imprescindible» y un «elemento clave como vertebrador del territorio» , por lo cual «debe ser considerado un servicio público encargado de garantizar la movilidad de todas las personas, no solo de las que habitan en las grandes ciudades».