La Guardia Civil destruye 1.100 armas de fuego en Toledo

Redacción
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La actuación se enmarca en la normativa vigente en España y se suma al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras

La Guardia Civil destruye 1.100 armas de fuego en Toledo

La Guardia Civil, como Cuerpo competente en materia de armas y explosivos, ha destruido más de 50.000 armas de fuego durante el pasado año en España. Asimismo, como resultado de estas actuaciones desde el año 2013 se han destruido más de 430.000 armas el país.

En lo que respecta a la provincia de Toledo, la Guardia Civil ha destruido el pasado 2018  alrededor de 1.100 armas que han ido depositando sus propietarios en las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, unidades de las que disponen los cuarteles de las poblaciones más grandes.

Fuentes del este Cuerpo afirman que la mayoría son armas de procedencia legal cuyo titular ha depositado en dichas unidades, aunque también hay algunas armas que proceden de ilícitos penales o incluso administrativos. Se trata en su mayoría de armas que quedan desiertas en las subastas que periódicamente realiza la Guardia Civil y una gran parte procedentes de la práctica de la caza.

La destrucción de armas de fuego se enmarcan dentro de la normativa vigente en España y se suma al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras, que tuvo su origen en la  Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras,  celebrada en julio de 2001.

En dicha Conferencia, quedaba patente, entre otras cuestiones, «la preocupación por la fabricación, transferencia y circulación ilícitas de armas pequeñas y ligeras y por su acumulación excesiva y proliferación incontrolada en muchas regiones del mundo, lo cual tiene consecuencias humanitarias y socioeconómicas de muy diversa índole y supone una grave amenaza para la paz, la reconciliación, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible en los planos individual, local, nacional, regional e internacional».  

A partir de ahí, la ONU estableció que, cada 9 de julio, se celebraría el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, con el fin de promover acciones para la eliminación de las armas de fuego de origen ilícito.

De las 1.100 armas destruidas en la provincia de Toledo solo un centenar de ellas son armas cortas -pistolas- mientras que 900 son armas largas (escopetas, carabinas, rifles...) buena parte de ellas procedentes de propietarios que tienen como deporte o modo de vida la caza.

También se han destruido otro centenar de armas de otro tipo como armas blancas, pistolas de aire comprimido o armas simuladas.

4.400 armas en la región. Con motivo de esta celebración del  Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego en la región han sido 4.400 las armas destruidas y se da la curiosidad de que en todas las provincias castellano-manchegas se han eliminado un centenar de armas cortas.

Así, Toledo la sido la provincia en la que más armas se han destruido -1.100- seguida de Ciudad Real donde se han deshecho de un millar de armas de las que 800 eran armas largas, 100 cortas y otro centenar de otro tipo.

En Albacete se han destruido 900 de las que 400 eran armas largas y 400 de otro tipo además de las 100 armas cortas, mientras que en Guadalajara se han deshecho de 600 armas: 300 de ellas largas, 200 de otro tipo, y un centenar de armas cortas. Finalmente, en Cuenca se destruyeron 800 armas, 100 de ellas cortas, otras cien de otro tipo y el resto -600- armas largas.

En España, desde 1844 la Guardia Civil se ha encargado del control de armas para evitar su proliferación y como medida de prevención para dificultar la acción de los malhechores.  La Cartilla de la Guardia Civil disponía que «vigilará que nadie ande con armas por parte alguna sin la correspondiente licencia para usarlas».

 Actualmente,  la competencia en materia de armas y explosivos que el Estado tiene se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

Estas Unidades controlan exhaustivamente el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales, así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo de las mismas.

Asimismo, para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que  sean  inutilizadas o destruidas.

La inutilización de un arma, a partir del año 2011, está regulada por una normativa muy severa, de tal modo que es sometida a un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta,  siendo imposible volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento.

Igualmente, la Guardia Civil, periódicamente, lleva a cabo la destrucción de  armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y tras el correspondiente procedimiento se determinan su destrucción; y otras, que por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin. Ello permite que las armas sean reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o  similar.