Illescas suspende las fiestas de la Virgen de la Caridad

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Así lo dio a conocer el viernes, el alcalde de Illescas, José Manuel Tofiño, a través de un comunicado trasmitido a los vecinos de la localidad. Estas fiestas se celebran durante los últimos días de agosto y primeros de septiembre

«Después de una larga reflexión, donde hemos pulsado la opinión de asociaciones y colectivos que representan el tejido social de Illescas, y tras analizar los posibles escenarios y sus consecuencias, hemos tomado la decisión de suspender las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de la Caridad 2020, que se celebran durante los últimos días de agosto y primeros de septiembre».

Así lo daba a conocer el viernes, el alcalde de Illescas, José Manuel Tofiño, a través de  un comunicado trasmitido a los vecinos de la localidad.

Un comunicado en el que afirma que se han enfrentado a «una decisión complicada y dolorosa» pero que ha sido tomada con responsabilidad y atendiendo a unos  datos que, aunque apuntan a que la situación va mejorando, piden prudencia que «nos obliga a no bajar la guardia».

Y es que, señala en su escrito el alcalde de Illescas que, como buen pueblo acogedor, el municipio recibe en estas fiestas miles de personas, una circunstancia que «incrementa aún más el riesgo de posibles contagios».

Por eso,  apela a la «imprescindible colaboración ciudadana» y apunta que «la responsabilidad individual adquiere ahora un protagonismo fundamental, para que los sacrificios realizados no resulten estériles».

Y apunta José Manuel Tofiño que  «la suspensión de las Fiestas Patronales 2020 también lleva aparejada una muestra de solidaridad con aquellas familias que han perdido a algún ser querido durante la pandemia, y una muestra de respeto para esas personas fallecidas».

El comunicado, firmado por el alcalde pero también por todos los grupos políticos, parroquia, hermandades, asociaciones y clubes termina recordando que «vivimos en un gran municipio, solidario y generoso, que sabrá entender el porqué de esta decisión» y alienta a esperar al año que viene, cuando «volveremos a inundar las calles de celebraciones y alegría, volverán los abrazos y las felicitaciones, pero hasta entonces actuemos con prudencia y responsabilidad».