La EMV renuncia a promover vivienda por sus propios medios

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Solo retomará la actividad si el Ayuntamiento le cede suelo y mientras tanto se conforma con sacar beneficios de gestionar las multas y los aparcamientos y de cobrar estudios teóricos

La EMV renuncia a promover vivienda por sus propios medios - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) da por enterradas sus aventuras de comprar terreno porque sus últimos intentos fueron un fracaso que le llevaron a la ruina, solo salvada gracias a que el Ayuntamiento de Toledo pagó las deudas millonarias que reclamaban los bancos. Según dice su proyecto de presupuesto 2021, solo retomará «la actividad promotora directa o delegada (en colaboración público-privada) de vivienda con protección pública» cuando, «en un próximo futuro» tenga «acceso a suelo del Patrimonio Municipal», que le sale gratis. «Se mantiene a la espera», indica.

Mientas llega ese momento su actividad consistirá en sentarse a recaudar de varias fuentes. Empezando con «la explotación de las promociones de alquiler»: 35 viviendas en el barrio de Azucaica (161.315 euros de ingresos) y 20 viviendas de protección de régimen especial en el barrio de Santa Bárbara (53.090 euros).

«La práctica amortización de ambos préstamos ha supuesto reducir el esfuerzo financiero y cumplir con los requerimientos de la Intervención de la Administración General del Estado».

Además, explota otras «11 viviendas obtenidas como contrapartida por la enajenación de la parcela P-63 A en C/ Fresnedoso» en régimen de alquiler (72.844 euros) hasta que los adjudicatarios decidan ejercer la opción de compra. En este edificio prevé «adjudicar la vivienda destinada a personas con movilidad reducida a una entidad social».

Pero la realidad es que todo eso no es suficiente para cubrir gastos y la EMV necesita un presupuesto para el ejercicio 2021 que les dé «una estabilidad en los ingresos» por medio de «los encargos» del Ayuntamiento («una Tabla de tarifas aprobada por la Junta de Gobierno Local simplifica el trámite desde el pasado ejercicio», reconoce).

Más de la mitad de su presupuesto lo obtiene (516.000 euros) por la «Gestión de sanciones (multas)  que se prevé renovar para 2021 por el Ayuntamiento». Se mantiene el mismo precio que durante el ejercicio en curso a pesar de que anuncia una «reducción de costes de notificación como consecuencia de la modernización del servicio», así que más ganancia (este año el beneficio por gestionar las multas va a ser de 246.000 euros).

Informes caros.  La EMV va a recibir otros 100.000 euros por un «Encargo de la Concejalía de Urbanismo y Vivienda» del Programa de Planificación e Intervención en vivienda. Esto incluye: «el desarrollo del Plan Local de Vivienda y Rehabilitación, apoyo a la implantación del Informe de Evaluación del Edificio y el funcionamiento del Observatorio de Vivienda, realizando distintos informes sobre la situación del mercado inmobiliario, el alquiler, las viviendas de uso turístico, el potencial de la rehabilitación o la viabilidad de un programa de movilización de vivienda vacía hacia el alquiler que se pretende impulsar». Por cierto, documentos a los que no existe acceso público, si es que se han redactado.

Otros 62.000 euros le llegan por el «Encargo de la Concejalía de Bienestar Social del Programa de Vivienda Social» que incluye «la Oficina de información al público en materia de vivienda, el apoyo a los técnicos de la Concejalía y en la gestión de las viviendas de propiedad municipal ocupadas por inquilinos propuestos por los Servicios Sociales».

A lo que añade un compromiso: «la EMV realizará además proyectos de obras de reforma y rehabilitación de dichas viviendas y gestionará el acceso a ayudas para su ejecución».

Los últimos 6.226 euros que ingresa son por el «Encargo de la gestión del aparcamiento de la Plaza de Filipinas», tanto de los contratos de enajenación del derecho de uso por 75 años como los de cesión temporal de uso por 5 años.