Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Va de mujeres y política

06/11/2021

Es habitual que cuando se reúnen mujeres y solo mujeres en actos públicos, se les busca punta, generalmente por cuestiones superficiales, con frecuencia frívolas. Se pone el acento en discrepancias que sin embargo no se destacan cuando son hombres los que se reúnen, por no hablar del repaso que se suele hacer a su aspecto físico y a cuestiones personales. Es un hecho palpable además que hay que andarse con tiento cuando se habla de mujeres, porque cualquier comentario que se consideraría con normalidad cuando se trata de hombres, fácilmente será tachado de machista si lo que se escribe o dice tiene que ver con reacciones de mujeres o peripecias de mujeres.

El día 13 se celebra en Valencia un acto sobre feminismo organizado por la vicepresidenta del gobierno autonómico, Mónica Otra, de Compromís. Ha invitado a Yolanda Díaz, Ada Colau y a la dirigente de Más Madrid Mónica García y lo primero que recogen ya las crónicas es que las ministras Ione Belarra e Irene Montero están muy molestas por no haber sido invitadas a participar. Desde Valencia advierten que Yolanda Díaz ya representa a Podemos –aunque no es del partido- pero a nadie se le escapa que la no invitación tiene que ver con lo que hace tiempo recogen las crónicas: la relación de Díaz con Belarra y Montero no va más allá de las reuniones de gobierno. Mantienen líneas de actuación muy distintas, con Belarra y Montero muy volcadas en los problemas relacionados con el género sexual y el feminismo en su aspecto más radical, mientras que la vicepresidenta se dedica intensamente a la reforma laboral, la economía y su lanzamiento sutil hacia la candidatura a la presidencia del gobierno. Dijo días atrás que de momento no contemplaba ser la candidata de Podemos a esa presidencia, pero puede cambiar de criterio de aquí a que llegue la hora … o puede presentarse como candidata de la plataforma que pretende crear.

El acto de Valencia concentra a cuatro mujeres de muy distinta biografía, trayectoria y compromiso político. Lo que más les une es ser mujeres y militar en la izquierda, ni siquiera comparten el mismo concepto del feminismo y de cómo plantear la igualdad entre hombres y mujeres.

El inconveniente de este tipo de encuentros es que fácilmente se analizan desde el aspecto de que se trata de mujeres que hacen política con el hecho de ser mujeres, en lugar de ser mujeres que hacen política para todos. Y segundo, ya apuntado, con frecuencia se analiza el acto con una disposición -no siempre asumida- de seguir el debate con una perspectiva distorsionada, destacando el hecho de que son mujeres e incluso recogiendo detalles que nunca serían relevantes en un hombre.

Se equivocan Montero y Belarra con su queja: han dado munición a los que, de siempre, presentan a las mujeres como seres que no aceptan el protagonismo de otras mujeres.