«Los ciudadanos quieren un gobierno cuanto antes, progresista y liderado de Pedro Sánchez». Es el principal mensaje lanzado ayer por el número 1 del PSOE al Congreso por la provincia de Toledo, Sergio Gutiérrez, quien destacó la victoria socialista, por quinta vez en unas elecciones en 2019, reconociendo que el buen resultado del PSOE no ha sido «suficiente» para frenar el ascenso de Vox, que se confirma como tercera fuerza nacional.

Gutiérrez pidió «responsabilidad» a los partidos de izquierdas y a los «moderados» para permitir un gobierno de Pedro Sánchez y «hacer un cordón sanitario» a la extrema derecha.

Reivindicó la fortaleza del PSOE castellano-manchego que «se consolida» como uno de los bastiones que más escaños y diputados aporta, reivindicó, un total de 9 parlamentarios que «defenderán los intereses» específicos de la región.

Sacó pecho por la «distancia considerable» con el PP y lamentó los votos «tirados a la basura» de Unidas Podemos han permitido a Vox conseguir un resultado importante en la región. Cinco parlamentarios que hubiesen quedado «en dos» si el bloque de izquierdas se hubiese presentado unido, dijo. «En la región el voto útil, progresista, sensato y moderado se concentra en el PSOE».

La noche electoral se vivió con cierto nerviosismo y preocupación en el cuartel general socialista, ubicado en la sede regional del PSOE en Santa María la Blanca de Toledo, por el imparable ascenso  de Vox en Castilla-La Mancha.

Los socialistas tenían claro que sus dos diputados estaban atados, pero se lamentaban de que esta campaña ha servido para blanquear y dar voz a la extrema derecha española.

En la sede siguieron los resultados la número 2 socialista al Congreso por la provincia de Toledo, Esther Padilla, el número 1 al Senado, Félix Ortega, y el secretario general del PSOE local, Francisco Armenta. También una decena de medios de comunicación, en la sala de prensa, sin perder ojo a las dos pantallas donde se seguía el recuento electoral.