El ingenio de Cipriano González

J. Monroy
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'El Amigo de los Pobres' recoge el galardón, otorgado durante la fiesta de fin de curso del instituto Juanelo Turriano, que reconoce su trayectoria vital

El ingenio de Cipriano González - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El premio al Ingenio Profesional del instituto Juanelo Turriano ha pasado por manos de deportistas, como Federico Martín Bahamontes, del hospital Nacional de Parapléjicos, el pintor Rafael Canogar o el periodista Baltasar Magro. Este año ha sido, más que nunca, un premio solidario. Ante un salón de actos Adolfo Suárez lleno de profesores y alumnos, Cipriano González, ‘el Amigo de los Pobres’ recogía un galardón personalizado, hecho a mano por la profesora de Artes Plásticas, Pilar Torregrosa.

«Así como otros años ha mirado la labor más científica o profesional, este año el centro a la hora de elegir se ha dirigido más hacia la solidaridad o los colectivos más desfavorecidos», explicaba la directora del centro educativo, María Luisa Alonso. El ejemplo de todo ello es Cipriano González

El acto, muy emotivo, comenzaba con la interpretación a cargo del grupo de jazz toledano Jelly Jungle de algunos clásicos del pop. En su discurso, Alonso habló de la importancia de la educación no sólo desde los centros dedicados a ello, para los derechos humanos y la igualdad. Después llegaba el motivo de dos emotivos vídeos sobre los anteriores premiados y sobre la trayectoria del Cipriano González, de una vida dedicada a dar consuelo a los que menos tienen.

‘El Amigo de los Pobres’ subió entero a recoger el premio, parece que lo que realmente le emociona es ayudar, no verse reconocido. Sobre el escenario habló de la importancia de la educación para que las personas tuvieran unos valores importantes, «todo el ser humano nace de la enseñanza».

El instituto ha valorado que la ONG que fundó González, ‘El Socorro de los Pobres’, lleva más de cincuenta años «infatigable, ayudando con sus alimentos a los vecinos de Toledo en situación de pobreza». «Su afán solidario y la emoción e ilusión con la que se dedica a los más desfavorecidos, respetando su dignidad en el infortunio, sirven de ejemplo y estímulo a nuestros alumnos, abriendo caminos a seguir», apuntan desde el centro. Además, «nuestro premiado representa los más altos valores de sacrificio personal, de solidaridad, compromiso social y de innovación e ingenio».

Fue un profesor del centro el que llevó en persona a Cipriano a su ONG la carta por la que le informaban de que le otorgaban el premio. Él respondió muy agradecido al instituto, pero también a la sociedad toledana que hace posible su labor. En definitiva, apuntó, es un premio para los pobres.

Después la fiesta, que también sirvió de fin de curso en el instituto, continuó con el reconocimiento a los mejores alumnos, tras un año, coincidieron varios profesores, que ha sido realmente productivo.