Pros y contras para una reforma constitucional

J. Monroy
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La Federación Vecinal cita a los partidos políticos a una mesa redonda donde han dado sus opiniones sobre la conveniencia o no de modificar la Carta Magna

Pros y contras para una reforma constitucional - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Desde hace seis años, el Día de la Constitución es una fecha marcada para el movimiento vecinal de Toledo. «La Constitución en muchos países es el día más grande, además, es de todos, no una fiesta arraigada a una religión concreta o a una parte de la población. Pero aquí a nivel institucional se limita a actos oficiales, bastante limitados, y decidimos comenzar con una celebración popular de la Constitución y darla a conocer a los más jóvenes, porque no es algo que nos vino regalado, y tienen que ser sensibles», apuntaba este jueves de víspera de festivo el presidente de la Federación Vecinal, Tomás Ruiz. La idea en el seno de la Federación es aprovechar la fiesta para provocar también la reflexión, y abordar de esta manera un debate sobre una posible reforma, que sirva de garantía para el futuro de estos jóvenes.

De ahí la mesa redonda desarrollada en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, bajo el título ‘Constitución, Reforma sí-Reforma no’. En la misma, intervinieron Martín Molina (presidente de la Agrupación local del PSOE), Pablo Corrales (concejal del PP), Julio Comendador (concejal de Cs) y Olga Ávalos (concejala de UP).

Molina quiso destacar que «estamos en fechas para poner en valor la Constitución, con la que llevamos 41 años y ha sido de las mejores cosas que le han pasado a la sociedad española». Convencido de que el último cuarto del siglo XX,  la Constitución fue un evento tan importante o más que la incorporación de España a Europa o el avance de la mujer, insistió en su valor, y en que, si hay puntos de encuentro, «podemos reformar aquellos aspectos que, de acuerdo, la gran mayoría de las fuerzas políticas podamos llevar a cabo». El edificio, insistió «está bien construido y la gran mayoría de los españoles nos sentimos a gusto en la Constitución», en la próxima legislatura se podría reformar, siempre con el consenso de fuerzas, cuestiones como los derechos y deberes fundamentales. «A mí me parece que sería muy importante que se incorporaran algunos principios, como el derecho a la vivienda o a la salud, principios rectores de una política económica y social», explicó.

Desde el PP, por su parte, Pablo Corrales apuntó que las circunstancias hoy en día en España no son las idóneas para abrir una reforma constitucional. Se pueden escuchar y simpatizar para propuestas, «pero a día de hoy, no está el asunto como para abrir ese melón». Un melón que debería en todo caso contar con el PP, «y para eso hay que saber qué y para qué».

El concejal de Cs Julio Comendador afirmó que la reforma de la Constitución hay que tratarla «con mucha cautela», dado que se trata de la norma suprema de la nación, no una ley que se pueda cambiar de un día para otro. Pero Ciudadanos, como partido reformista, lo ve muy necesario. «Han pasado cuarenta años y han cambiado muchas cosas en la sociedad, se ha ido avanzando en derechos sociales que no están contemplados en la Constitución, como el derecho a un servicio público, que sí se registraron en la Carta Magna de la Unión Europea del año 2000, de la que hay que ir cogiendo cosas». Enganchando con eso, Comendador se mostró convencido de que la Constitución ha de tener un capítulo de la Unión Europea. De igual forma, hay que abordar la función de otras instituciones «que han favorecido esta partitocracia». Para eso, hace falta política, afirmó, recordando el acuerdo entre Rivera y Sánchez.

Por su parte, Olga Ávalos explicó que UP están a favor de que se reforme la Constitución, «no solamente dos artículos, como han hecho la última vez». Se trata de un documento vivo, que tiene que mejorar, y que cumple ya 41 años, la segunda más longeva de la historia de España «y ya es hora de que se le dé una vuelta». La propuesta de UP, para empezar, es que se cumplan todos los artículos, desde un trabajo digno, a una vivienda digna y las pensiones, «que no solo nos acordemos del 155».