La necesidad desequilibra el derbi

J. M. Loeches
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Ángel Luis y un autogol abrieron el camino de la recuperación del CD Villacañas frente a un CD Torrijos que no mostro su identidad en Las Pirámides (3-1)

La necesidad desequilibra el derbi - Foto: Yolanda Redondo

Alegría en el CD Villacañas después de una victoria muy buscada y perseguida, y quizás también merecida. El equipo de Fernando Lominchar desequilibró de su lado el derbi provincial ante el CD Torrijos por esa necesidad, por la calidad de algunos de sus futbolistas y porque, esta vez sí, la suerte se puso su camiseta. Enfrente, el conjunto de Fran Sánchez venía henchido por los últimos resultados pero le faltó dar un paso adelante para haber salido con puntos del campo de Las Pirámides.

El respeto reinó en los primeros minutos. Nadie quiso arriesgar y, aunque el peso fue para los de fuera, al equipo de casa se le vio cómodo cuando no tenía la pelota, y eso que le gusta tenerla. A Lominchar le estaba funcionando la defensa con tres centrales (Gonchi, Fran Simón y Gonzalo Guijarro), mientras que tanto Jaime Beamud, por la derecha, como Chata, por la izquierda, intentaron darle amplitud en el momento que consiguieron robar la pelota al contrario.

Precisamente con el desborde del ‘20’ villacañero es como se generaron las primeras aproximaciones claras. En el minuto 7, Chat filtró un balón entre los centrales a Toni Morales y Adri salió a solventar la situación. Después, en el minuto 17, puso un centro al área, tras marcharse de varios defensas, que nadie pudo rematar con claridad.

Hay que decir que el Torrijos tuvo fogonazos de buen juego. Logró combinar bien en el medio campo y salió para buscar los costados, especialmente el de Pineda. De hecho, el dominicano se quedó con aire alrededor, pero se entretuvo tanto antes de disparar, que los defensas le acabaron cerrando el hueco.

Estaban mejor los rojiblancos en este tramo de partido, cerca de la media hora, y de nuevo se acercaron al área de Rodri por el lado derecho. Y de nuevo sin una posibilidad de remate. No le valió de nada a los de Fran Sánchez ni tener más posesión ni ser más osados. Para colmo, en el minuto 38, Ángel Luis abrió su catálogo de faltas con una a la escuadra de Adri, un poco escorada a la derecha del portero del Torrijos. No se puede achacar nada cuando el disparo entra de manera inapelable.

Quedaba poco para finalizar la primera parte y el fútbol ya le había dado su ración de calidad al CD Villacañas. En el descuento iba a llegar la de fortuna porque un saque de banda de Jaime Beamud cayó al área sin gran peligro, pero Ronald la intentó despejar y lo que hizo fue introducirla en las redes con su portero ya rodillas en el suelo. Ese tanto destrozó el ánimo torrijeño de cara a la segunda parte. Era más difícil remontar dos tantos, pero había que intentarlo.

Fran Sánchez optó por tocar un poco la defensa, y en concreto la banda derecha, al quitar a Edgar para meter a Iván, que pasó a actuar de central e Iñaki de lateral. Es verdad que los rojiblancos entraron de nuevo con mucho balón en los pies, pero lo que no corrigieron fue la imposibilidad de penetrar en la maraña tejida por el conjunto local. El marcador jugaba a su favor. Y más aún cuando no habían transucurrido ni diez minutos. Manu se internó en el área, controló hacia su derecha, y Morales le entró con tan mala fortuna de derribarlo. El delantero abrazó la pelota, sinónimo de querar lanzar la pena máxima. Y la metió.

Ese 3-0 ya era demasiada cuesta para el CD Torrijos, pero el derbi le presentó otro penalti a su favor ‘ipso facto’. Esta vez fue Morales el que entró por el lado izquierdo y recibió un toque de Panocha que le hizo desequilibrarse.  El lateral andaluz quiso convertir. Y también lo hizo.

El técnico visitante metió entonces los Borjas, Escoredo y Blázquez, para tomar menos precauciones, y, en verdad, no fue una idea muy acertada porque el CD Torrijos apenas inquietó a Rodri en esa media hora (más el descuento). Solo en varios saques de esquina muy cerrados con más emoción que otra cosa.