El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, aseguró la mañana de ayer que no tiene ningún inconveniente en que el Ministerio de Fomento abra al tráfico la N-403. De hecho, apuntó que «lo lógico» sería que el tramo ya estuviese en funcionamiento si las obras han finalizado.

Respecto a la recepción de las mismas, García-Page aseguró que el Ayuntamiento firmará el traspaso de carreteras «cuando todos los tramos estén bien». «Que no tengan duda de que firmaremos la recepción el mismo día que el Gobierno central remate toda la ronda de Buenavista, las tres fases conveniadas, que la tienen hecha una porquería», denunció, añadiendo que «nosotros sí cumplimos los compromisos».

El socialista no entiende por qué la vía aún no está en funcionamiento cuando el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, le dijo personalmente hace unos días que las obras habían terminado.

Así, el primer edil pidió inmediatez al considerar que los vecinos y los empresarios de la zona «no se merecen estar en medio» de lo que califica como «enredos políticos».