Son 40 minutos. Y en casa. El Mora Fútbol Sala Femenino está muy cerca de tocar con la yema de los dedos y sueño que parecía inalcanzable a principios de temporada, y menos después de todas las adversidades halladas por el camino. La capitana, Laura, así lo reconoce: «Nuestro objetivo siempre fue la salvación, sobre todo por todo lo que hemos tenido que pasar en forma de lesiones».

Pero en el partido definitivo, el equipo toledano conservaría la cuarta plaza siempre que sume la victoria. Y, si no lo hace, tendrá que esperar a los resultados del CD Chiloeches y el Femenino San Fernando. «Queremos hacerlo ganando porque así sabe mucho mejor», insiste Laura, consciente de que el apoyo de la afición va a ser un pilar importante para sostener ese sueño. Sobre el rival, que no se juega nada, insiste en las dificultades, aun así, que se van a encontrar: «Nadie quiere perder y van a venir a intentar ganarnos».

Solo se podrá ocupar un 75 por ciento (250 espectadores), pero la expectación es máxima y ya había vendidas cerca de 200 entradas. A la jugadora moracha le parece «increíble» todo este soporte que están recibiendo de la afición, ya que «son muchos los que piden localidades desde el lunes anterior al partido del sábado».

Tras ocho temporadas vistiendo de blanco, Laura ya conocía esa fidelidad, pero le sigue sorprendiendo en una temporada muy complicada para todos. De hecho, lamenta haber jugado muchos partidos a puerta cerrada, pues «esto era para que lo hubieran disfrutado con nosotras».

De todos modos, le enorgullece el crecimiento de un club humilde como el Mora FSF y confía «en seguir poniendo piedras de aquí en adelante». Es fundamental el trabajo de cantera, y en eso, el club toledano está trabajando en la dirección correcta. Por las bajas, han sido tres o cuatro jugadoras las que han ayudado durante todo el curso, especialmente en los últimos meses, con la mejora que eso supone. «Han crecido mucho más en una categoría como esta y a nosotras nos han dado aire», concluye.