Victoria en el último minuto de penalti (0-1)

ADG
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Una pena máxima transformada por Pituli en el minuto 90 premia el trabajo de los jugadores de Aguirre en Marchamalo

Victoria en el último minuto de penalti - Foto: Yolanda Lancha

Sufrió como el que más, pero el Toledo consiguió en Marchamalo su segundo triunfo de la temporada (0-1). El duelo, de mucha brega y poco brillo, se decidió con un tanto de penalti de Pituli en el último suspiro. Cuando la cita parecía encaminada al empate, Mayordomo derribó a Osama en el interior del área y el extremo madrileño transformó el lanzamiento. El cuadro de Roberto Aguirre durmió como líder provisional del Subgrupo B.

El equipo toledano fue de menos a más en la primera parte. Concedió un par de llegadas peligrosas del Marchamalo en los primeros compases, pero se repuso y volcó el juego hacia el área de Jony. Las aproximaciones locales en el comienzo, principalmente por la banda derecha, despertaron a un intenso conjunto capitalino. Antonio Fernández y Pituli trataron de sorprender con desmarques de ruptura, pero el estado del césped de La Solana, que empeoró con el paso de los minutos, no ayudó a los pupilos de Aguirre a trenzar jugadas combinativas. Leyva y los zagueros tuvieron que recurrir a constantes envíos largos y el partido se transformó en una batalla de fútbol directo. Después de un par de avisos a balón parado, el cuadro visitante pudo marcar en el minuto 23: Cifo se internó en el área por el costado diestro, llegó a línea de fondo y colgó un centro peligroso, pero ni Antonio ni Fran Sabaté llegaron a rematar su envío bombeado. El Toledo, pese a los obstáculos, parecía ir a más. Pese a ello, la escuadra gallarda dispuso de la mejor oportunidad del encuentro en el 27. Dani Ponce, tras una serie de disputas, armó la pierna desde fuera del área y Leyva respondió al golpeo con una gran parada. El portero vitoriano evitó un 1-0 que, visto lo visto, hubiese sido injusto.

El terreno de juego, impropio de un encuentro de Tercera División, dificultó la tarea en zona de tres cuartos. El equipo verde -ayer vistió de rosa- fue incapaz de progresar después de robar varios balones cercanos al área rival. Sí lo consiguió en el minuto 36, cuando Fran Sabaté dejó atrás a su par y, en posición de tiro, decidió buscar en el otro lado a Pituli, pero al extremo se le escapó el control. Ahí se acabó la jugada de ataque. Cuando se recompuso, un zaguero salió al paso para taponar su disparo.

Aguirre, en busca del gol, retiró a Antonio Fernández en el descanso y apostó por Osama, ya recuperado de sus molestias. El conjunto visitante mantuvo la batuta en el segundo acto, pero adoleció de verticalidad, chispa y pegada. Monopolizar la posesión no se tradujo en oportunidades claras, más allá de algún balón parado que ni Mansour ni Osama lograron remachar. La bombilla se apagaba en los últimos metros. Aitor Gómez mostró valentía y dio entrada a Mani, cerebro, por Atance, destructor.

Los minutos avanzaban y el Toledo no conseguía generar. El técnico asturiano volvió a mover el banquillo en el 68: Álex Martín reemplazó a Cifo y Leo Blázquez dejó su lugar a Álvaro Antón. Faltaba, quizá, velocidad en la circulación para sorprender a un Marchamalo bien organizado. Los anfitriones emplearon el poderío de Fane para acometer por las bandas, pero Mansour y Leyva se mostraron muy seguros en los centros laterales. No estuvo tan expeditiva la zaga en el minuto 76, cuando el cuadro gallardo estuvo a punto de ponerse por delante a la salida de un saque de falta. Mani colgó la pelota al área y el cabezazo de Josemi se marchó fuera por apenas centímetros. Leyva, en una acción calcada en el 85, atrapó en dos tiempos.

Las imprecisiones se adueñaron del tramo final del duelo, especialmente por parte del Toledo, pero la escuadra de Aguirre aprovechó uno de sus escasos acercamientos para llevarse los tres puntos. En el minuto 87, Osama se llevó una pelota por la banda izquierda, entró en el área y, ya allí, Mayordomo le derribó. El central vio la segunda tarjeta amarilla y, al igual que su entrenador, fue expulsado. Pituli, hombre de sangre fría, transformó el penalti con suspense. El Marchamalo no cedió en su búsqueda del empate, pero el equipo capitalino supo defender su renta en el tiempo añadido y obtener la segunda victoria.