Una factura difícil de entender

Jaime Galán
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La Organización de Consumidores y Usuarios celebró en la Biblioteca del Alcázar una charla para explicar cómo funciona el mercado de la energía. Los usuarios allí presentes intentaron resolver sus dudas

Taller celebrado por la OCU en la Biblioteca del Alcázar. - Foto: Yolanda Lancha

Es uno de los temas más hablados del último año. Y lo que es peor, una de las preocupaciones de muchos españoles. Es el coste de la electricidad tras sus continuas subidas en el mercado mayorista. Para tratar de entenderlo, la OCU organizó una jornada de explicación y debate sobre el funcionamiento de este sector. A priori, los encargados de exponer los detalles advirtieron que se trata de uno de los mercados más difíciles de comprender. Las caras y reacciones de los usuarios lo corroboraron.

La conferencia fue impatrida por el técnico de la organización Javier Pablo García. Lo primero que expuso son los tres actores principales de esta ecuación: los generadores, las distribuidoras y las comercializadoras. Obviando casi al primero de ellos, el técnico aclaró que las distribuidoras son «las que nos llevan la energía a casa, regulando su calidad, y las que nos arreglan las averías», a lo que añadió que a estas no las elegimos porque cada zona de residencia tiene una determinada. Las que sí elegimos los consumidores son las comercializadoras. Estas son las que conceden el servicio y con las que acordamos el precio.

Un coste que como se viene viendo en el último año con las continuas subidas depende del mercado mayorista. O no. Ese es el siguiente capítulo de la explicación. Javier Pablo García detalló que a la hora de contratar el suministro se puede hacer por dos vías: la del mercado regulado o habitual en la mayoría de la población y la  opción del mercado libre. Para diferenciarlas hay que saber que la opción regulada tiene un número limitado de compañías y que su tarifa es la que depende del mercado mayorista, la cifra del kilovatio por hora que cambia cada hora y que tanto sale en las noticias batiendo récords últimamente. No tiene contrato de permanencia, pero sí un límite de consumo y da derecho a medidas como el bono social.

Y, ¿qué ocurre con el mercado libre? Pues que entran en juego muchos más actores. Más de 200 comercializadoras. Pueden ofrecer variedad de tarifas, descuentos o servicios adicionales, pero también exigen un contrato de permanencia  a sus clientes, normalmente solo durante el primer año. Según el técnico, en este mercado se pueden encontrar «tarifas muy buenas y muy malas, hay que extremar la precaución».

Lo que sí tienen en común ambos mercados son los nuevos tramos horarios de consumo: hora punta, llano y valle. Es aquí donde entran las dudas de los usuarios. Expusieron que al depender los precios del mercado mayorista, «no vale de nada poner una lavadora a las tres de la madrugada como nos hacen creer», porque explican que a pesar de ser una hora valle, si el precio en el mercado mayorista está alto en ese momento «pagas igual o más que en hora punta».

Para tratar de frenar estas subidas en la factura de la luz, el Gobierno activó varias medidas como  la rebaja del IVA del 21 al 10 por ciento hasta el día 31 de diciembre mientras el precio sea superior a los 45 euros el megavatio hora; la reducción del impuesto de la electricidad; o la protección social para el consumidor más vulnerable. Esta última medida amplió el descuento por el bono social del 25 al 60 por ciento entre los consumidores con vulnerabilidad severa. 

Una vez expuesto todo esto, los expertos abren la puerta a apostar por el mercado libre, al igual que s e hace en otros sectores, pero alertando de que «hay que estar atentos a los cambios en las tarifas y ofertas porque suelen revisarse cada año». También quisieron aclarar que aquellos que tengan acceso al bono social obtendrán mayor rentabilidad en el mercado regulado. Sobre esto apuntaron que más de un millón de hogares en España tienen derecho a esta medida y no la han solicitado. 

Una puesta sobre la mesa de este mercado que cada vez interesa a  más gente tras ver como en agosto de 2020 el precio medio del megavatio hora estaba en 36 euros por los 204 de octubre de este año.  La conclusión es que cada consumidor tome nota para tomar las decisiones acordes a su factura.