Conchi Martín era una mujer feliz. Su tienda de regalos y complementos, ubicada en el centro de Carranque, repartió un décimo premiado con uno de los dos cuartos del sorteo Extraordinario de Navidad. El boleto se expidió a través de «la máquina» y Martín desconoce quién lo compró. Ningún vecino de Carranque, localidad de La Sagra Alta colindante con la Comunidad de Madrid, se acercó a la administración indicando ser el afortunado. La vendedora tampoco recibió ninguna información que le advirtiera del nombre del ganador.

«Me sabe a gloria», explicaba la vendedora. Acababa de vender su primer premio de Navidad, el sorteo más célebre de cuantos hace Loterías y Apuestas del Estado a lo largo del año. «Esto me ayudará a vender más», contaba la tendera carranqueña, pensando, tal vez, en la cercanía del sorteo de El Niño.

El 67.774 recaló en buena parte del país, teniendo un impacto más destacado en las Islas Canarias.

La vendedora reafirmó su satisfacción y aseguró haber pasado la mañana con una extraña sensación de nervios y alegría. Martín cerró su tienda pasadas las 14.30 horas y no paró de atender el teléfono. También recibió la visita de la delegada de Loterías y Apuestas del Estado en la provincia, quien le llevó el cartelón con el premio y se lo confirmó oficialmente.

Esta administración ha repartido premios diversos en otros sorteos de loterías, incluyendo primitivas y quinielas.