Un otoño sin barro

J. M. Loeches
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Irene Sánchez-Escribano está preparando la pista cubierta, de cara a 2021, ante la ausencia de un calendario de cross, aunque mantiene la fe en el Nacional

Un otoño sin barro - Foto: Yolanda Redondo

Irene Sánchez-Escribano ya lleva un mes pensando en la temporada que acaba de empezar. Sin embargo, la crisis sanitaria no permite hacer planes a largo plazo y obliga a vivir al día. Por eso, ante la cancelación de muchas pruebas de cross, la toledana no ha tenido más remedio que buscarse otros objetivos a los habituales y, después de tres años, volverá a preparar a conciencia la pista cubierta.

Su esperanza es que a partir de Navidad puedan volver pruebas al calendario, así que mantiene la ilusión de intentar revalidar el título de campeona de España de cross conseguido el pasado mes de marzo en Zaragoza. Mientras tanto, ha visto cómo se van cayendo carreras de campo a través. Primero fue el Europeo que iba a disputarse en diciembre en Dublín (Irlanda) y después, el Campeonato del Mundo de la especialidad, previsto para marzo en Bathurs (Australia).

Además, en España, donde se concentra la mayor parte de pruebas, ya se sabe que no habrá Cross de Atapuerca, previsto para el 8 de noviembre. Tampoco el Cross de la Constitución de Alcobendas (29 de noviembre) ni el Cross de Soria, fijado para el día 22 del mes que viene. Eran las tres primeras pruebas del circuito World Athletics Cross Country Permit, al que, de momento, le restan cinco citas para principios de 2021: Itálica y Elgoibar, en España; Campaccio y Cinque Mulini, en Italia; y Albufeira, en Portugal.

Sánchez-Escribano ni siquiera podrá correr en casa en la Espada Toledana, también cancelada. Asimismo, la pandemia del coronavirus ha arrasado el resto del calendario otoñal, sin San Sebastián, Lugo, Alcalá de Henares, Cantimpalos, Aranda de Duero, Palencia, Torredonjimeno y Venta de Baños, el último en sumarse a la lista negra. Solo se mantiene en el aire el Cross de Yecla, pero parece que va a seguir el mismo camino que sus hermanos por el empeoramiento de los datos de contagio en las últimas semanas.

«De momento vamos a entrenar para cambiar el chip, pero si se disputa alguna prueba, la correremos», reconoce la atlteta del Adidas, que se aferra a ese Campeonato de España de cross, previsto para marzo: «La Federación tiene la intención de mantener los Nacionales, como ha hecho durante el verano».

De todos modos, los 3.000 metros ‘indoor’ serán de nuevo la fijación de Irene Sánchez-Escribano después de tres temporadas sin ponerle los cinco sentidos. Su mejor registro, 9:13.80, no lo ha superado desde el 17 de febrero de 2018. Es el momento, por tanto, de «saber adaptarse» y buscar «el lado positivo de la situación». Además, esta nueva meta puede jugar a su favor de cara al verano, en los obstáculos, y su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio. «Creo que me puede venir bien porque voy a coger algo de chispa y un punto más de velocidad», explica. De todas maneras, la corredora capitalina sabe que la situación es extrema y, ahora mismo, se confirma «con que podamos seguir entrenando».

La toledana se irá en diciembre con su grupo de entrenamiento al Algarve, en Portugal, para romper la monotonía y cambiar de aires, y así aprovechar el mejor clima de esta zona.