El protagonista de cada jornada

SPC
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El uso del VAR se implantó para acabar con las polémicas arbitrales pero su aplicación y el desconocimiento de sus normas no genera más que dudas dentro y fuera del campo

El protagonista de cada jornada

"El árbitro arbitra, nunca pide el VAR. No puede consultar si tiene dudas. Hay que erradicar esa idea porque eso está prohibido. El VAR no se creó para solventar dudas, sino para confirmar errores claros y manifiestos. Si la jugada es gris se mantiene la decisión del árbitro". Así de contundente lo explicó Carlos Velasco Carballo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, en la última sesión informativa sobre el VAR a la que fueron invitados los medios de comunicación.

Pero debería de haber sido abierta al público general, pues nadie parece tener claro ni las normas ni los casos en los que se aplica el videoarbitraje.

Este fue el protagonista en la noche de ayer cuando el colegiado Iglesias Villanueva consultó el monitor para aclarar dos posibles penaltis a favor del Real Madrid en el partido contra el Levante. La decisión fue clave para los blancos, que se sirvieron de las dos penas máximas para ganar por 1-2 al conjunto granota.

Pero realmente el VAR es protagonista casi en cada jornada y, lo que parecía haberse creado para acabar con las polémicas arbitrales, no termina de contentar a nadie. Por eso, dejando a un lado qué decide el colegiado al final de la consulta, es importante aclarar cómo funciona el videoarbitraje.

 

Las reglas son siempre iguales

Se parte de que no vale decir que en el Mundial esta tecnología funcionaba mejor. Las reglas y las instrucciones son iguales en la Champions, en Italia y en España y lo fueron también el verano pasado en Rusia. Lo único que la última decisión está en manos del árbitro.

 

Consulta desde Las Rozas 

La única peculiaridad de la aplicación del VAR en España es que los asistentes de vídeos siguen los encuentros desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, no desde el campo como por ejemplo hace la UEFA en la Champions. Por lo demás, la sala de operaciones del videoarbitraje está compuesta por un árbitro responsable (VAR), un ayudante del árbitro (AVAR), y un operador de vídeo (RO) por cada 12 cámaras.

 

El árbitro no pide el VAR

Es típico ver a los jugadores de uno u otro equipo rodear al colegiado exigiéndole que aplique el VAR pero lo cierto es que eso está prohibido. El protocolo del sistema no permite hacerlo y únicamente es el videoarbitraje el que se dirige al trencilla por la evidencia de un error claro y manifiesto. Si el VAR detecta error informa al árbitro y éste acude a revisar excepto cuando son hechos factuales o geográficos, fueras de juego por posición, balón dentro o fuera, gol o no y si el balón sale o no del campo. Pero si un jugador o entrenador reclama su uso al colegiado, o bien interrumpe su revisión, puede ser sancionado.

 

Tarjetas rojas y confusión de identidad 

Además de la posición del balón o de si es gol o no, el VAR se aplica también en casos de tarjetas rojas y expulsiones erróneas. La consulta audiovisual aclara decisiones relativas a la expulsión de un jugador y se aplica si el árbitro se equivoca; lo mismo si el colegiado no amonesta, expulsa al jugador que debe o no está claro qué jugador ha cometido una infracción.

 

El proceso

El primer paso se inicia cuando se produce la incidencia en la que hay confusión o termina con un error en la resolución del colegiado. Entonces los asistentes de vídeo recomiendan al árbitro que se revise la decisión o incidencia mientras ellos examinan las imágenes grabadas; luego informan al árbitro mediante un sistema de audio de lo que están viendo en pantalla. Por último, el árbitro actúa tras ver el vídeo en el lateral del campo o basándose en la información que le han comunicado los asistentes de vídeo.