El turismo resurgió en Toledo después de un largo periodo marcado por la escasez de visitantes. El primer sábado tras el final del estado de alarma devolvió el calor humano a las calles del Casco Histórico. Fueron especialmente visibles los paraguas de los guías turísticos: quienes integran este colectivo disfrutaron de un día propicio tras más de un año de escasa o nula actividad. El trasiego ha sido notable en las principales arterias del distrito monumental de la capital regional. Las plazas de Zocodover y del Ayuntamiento han concitado a grupos de visitantes a lo largo de todo el día; tambíen ha sido más elevada la asistencia a las tiendas de souvenirs y los comercios de restauración respecto a días pretéritos.

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El tráfico de vehículos ha sido constante desde primera hora de la mañana. Los acceso a la ciudad, especialmente desde Madrid a través de la A-42, han registrado un tránsito más elevado que en fines de semana previos.