La psicosis de Vicent Van Gogh

Agencias
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La salud mental del pintor de los 'Girasoles' y de 'La noche estrellada' tras cortarse la oreja izquierda ha sido investigada muchas veces; sus conclusiones conducen a teorías que van desde la esquizofrenia a la epilepsia

La psicosis de Vicent Van Gogh - Foto: Imane Rachidi

La enfermedad de Vincent van Gogh ha sido objeto de numerosas especulaciones. El artista neerlandés desarrolló episodios de psicosis por síndrome de abstinencia tras verse obligado a dejar de beber alcohol de forma abrupta durante su hospitalización tras cortarse la oreja izquierda, según un estudio publicado recientemente por el Hospital Universitario de Groninga.

El maestro postimpresionista habría experimentado en dos ocasiones lo que se conoce como delirio tembloroso que acabó con él en un psiquiátrico en el sur de Francia, alejado de los pinceles y expulsado de su estudio en la Casa Amarilla por el miedo que le tuvieron sus vecinos en Arles al ver que se había mutilado al menos el lóbulo de la oreja. En un estudio psiquiátrico los investigadores del Hospital Médico Universitario (UMCG) proponen la nueva teoría de que  el genio luchó contra una combinación de múltiples trastornos conocidos como comorbilidad. Es su conclusión tras analizar, a través de técnicas de diagnóstico modernas, unas 902 cartas escritas por el artista, informes médicos conocidos y entrevistas con expertos en la vida del pintor.

En las misivas que escribió de su puño y letra, el autor de los Girasoles y de La noche estrellada mencionó desde una edad adulta temprana y en varias ocasiones síntomas que coinciden con el trastorno bipolar con cambios en el estado de ánimo, combinado con un posible trastorno límite de la personalidad.

Estos síntomas se vieron agravados por la adicción al alcohol y la desnutrición.

Uno de los episodios clave fue cuando, el 23 de diciembre de 1888, el artista tuvo una fuerte discusión con su colega, el pintor francés Paul Gauguin, tensión que llevó a Van Gogh a cortarse la oreja izquierda. Las heridas le obligaron a acudir al hospital, donde tuvo que dejar de beber alcohol de forma repentina, agravando aún más su estado de salud mental.

Según la UMCG, esta es la primera investigación psiquiátrica extensa sobre Van Gogh, que habría muerto el 29 de julio de 1890 por las heridas que se provocó al tratar de suicidarse, siendo esta una de las teorías más aceptadas por los historiadores sobre el final que tuvo un pintor rodeado de misterio e interés.

Aunque el profesor emérito de psiquiatría Willem Nolen, que lideró la investigación, asegura que nadie puede afirmar «con certeza absoluta» los trastornos que padecía Van Gogh, sí subraya que las conclusiones de este estudio son «muy probables» en general.

Desacreditados diagnósticos

Después de los dos ataques sufridos tras su hospitalización, la condición psiquiátrica del artista «empeoró aún más» y pasó por algunos episodios depresivos graves y de los que nunca pudo recuperarse, llevándole «probablemente» al suicidio unos meses más tarde, aunque no faltan rumores que señalan su posible asesinato. Para Nolen, se han presentado muchas teorías médicas diferentes sobre las enfermedades que padecía Van Gogh, pero todas asumían una dolencia sobre la base de un conjunto limitado de argumentos y sin tener en cuenta ninguna otra información que no se ajustara a esa imagen en particular.

Los investigadores del UMCG desacreditan así otros diagnósticos sugeridos hasta la fecha. Consideran «muy poco probable» que padeciera esquizofrenia, alguna versión de las enfermedades metabólicas conocidas como porfirias, o intoxicación por monóxido de carbono expulsado de las lámparas.

No obstante, no descartan que sufriera epilepsia, pero señalan que, como paciente, «no presenta convulsiones clásicas, sino un trastorno del comportamiento basado en la actividad epiléptica en las partes más profundas del cerebro».

Este diagnóstico también se conoce hoy como epilepsia focal, con ataques que resultan en «manifestaciones extremadamente variables de ansiedad, delirios y alucinaciones». En el caso de Van Gogh, esto podría haber sido causado por daño cerebral resultante de su estilo de vida, como por su abuso de alcohol, desnutrición, falta de sueño y agotamiento mental. «No pudimos hablar con el paciente en persona, lo que significa que cada conclusión debe tomarse con precaución. Y aunque las cartas de Van Gogh contienen mucha información, no hay que olvidar que no se las escribió a su médico, sino a su hermano Theo y otros familiares y conocidos para informarlos o tranquilizarlos. Puede ser que estuviera minimizando o embelleciendo ciertos detalles», advierte Nolen.

El pasado enero, una investigación del Museo Van Gogh de Ámsterdam confirmó que un dudoso autorretrato del artista, elaborado en 1889, era efectivamente un original pintado por el propio maestro holandés cuando estaba siendo tratado por una psicosis en el sanatorio francés de Saint-Rémy.

«Vemos a un hombre muy nervioso, que mira de reojo, con esa mirada típica de paciente con depresión», explicó entonces el investigador Louis van Tilborgh.