«Sin medidas tendremos el clima de Arabia en verano»

J. Monroy
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El experto en cambio climático, Manuel Castro, advierte que «si no se tomaran medidas, para final de siglo tendríamos aquí el clima de Arabia Saudí en verano»

Manuel Castro, experto en cambio climático de la UCLM. - Foto: David Pérez

Manuel Castro no es activista de ninguna asociación ecologista, es científico. Se trata de uno de los mayores expertos en la región en cambio climático, catedrático de Física de la Tierra y director del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). También participa en el Informe del Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC). Habla de cambio climático, por lo tanto, como científico, y pide a los toledanos que se informen realmente del tema desde fuentes científicas.

¿Cuál está siendo la evolución del clima en los últimos años?

Tenemos ya suficientes series climatológicas como para asegurar prácticamente que se está produciendo un calentamiento global. Esto es algo innegable. La sociedad tiene que recurrir a lo que dice la ciencia, no a lo que proclaman por ahí las páginas de internet, que hay de todo; desde los que niegan todos a los que hablan de catástrofes. Estamos hablando de ciencia, la gente tiene que informarse más de fuentes fiables. A lo que la ciencia atribuye este calentamiento global, con prácticamente absoluta certeza, es a la acumulación de gases de efecto invernadero. Es decir, las actividades humanas son responsables de este calentamiento global que se está produciendo.

¿Cómo nos está afectando en España?

El calentamiento global también incluye España, como es obvio. Pero en España este calentamiento es incluso un poco más acentuado que en la media global, sobre todo, en los meses más cálidos, de verano. Es algo que se está observando durante los últimos cuarenta o cincuenta años, y que coincide prácticamente los modelos matemáticos de clima, que son los instrumentos que nosotros tenemos para hacer predicciones. Estos modelos reproducen este calentamiento más acentuado en los meses de verano en la península Ibérica, y en general en la Europa Central y Meridional. En invierno, y eso también coincide con lo que dicen los modelos, se está observando también un calentamiento, aunque menos acusado que en verano. Llevamos trabajando con estos modelos climáticos desde hace 25 años, y las primeras simulaciones que hacíamos entonces ya apuntaban a eso. Estamos hablando con simulaciones con modelos menos perfeccionados que los que tenemos ahora. Eso nos permite tener una mayor confianza en lo que los modelos están mostrando. Y lo que nos dicen los modelos es que si en el futuro seguimos emitiendo gases de efectos invernadero con la misma intensidad que ahora, es decir, sin no se reduce de forma muy urgente esas emisiones, el cambio climático irá incrementándose y exacerbándose cada vez más. Y para final de siglo, algunos escenarios son aterradores. Esperamos que no se cumplan, porque los humanos pongamos un poco de sensatez en todo esto.

¿Cuáles son esos escenarios aterradores?

Estamos hablando del panorama si no se tomaran medidas. Yo creo que no ocurrirá, tengo cierta confianza en que no ocurrirá, porque el panorama en la Unión Europea y otros países está por el medio ambiente; tenemos en Estados Unidos un señor que es pasajero y vendrá otro que pondrá sensatez. Pero si no se tomaran medidas, para final de siglo tendríamos aquí el clima de Arabia Saudí en verano, con máximas de cincuenta grados, con ausencia de lluvias prácticamente en los seis meses más cálidos del año; una cosa catastrófica. 

¿Castilla-La Mancha puede ser una de las regiones más afectadas en España?

En general, todo el sur y el centro de la península son los que van a sufrir más calentamiento en verano, que son los meses en los que durante los últimos cincuenta años la subida de temperaturas casi dobla el promedio mundial. De alguna forma, también tiene su lógica, porque somos los que estamos más cercanos a una fuente de calor brutal, que es el Sahara.

Decía el Observatorio de Sostenibilidad en su informe sobre Descarbonización en España que la temperatura ha subido en Toledo nada menos que una media de 1,17 grados.

Esa es la media anual en los últimos cincuenta años. Pero si solamente tomáramos junio, julio, agosto y septiembre, en los últimos cincuenta años, el aumento ha sido prácticamente de dos grados, muchísimo.

 

¿Qué estudios tiene ahora mismo en marcha la UCLM en torno al cambio climático?

Tenemos varios estudios, estamos integrados básicamente en programas europeos, aunque también con los Estados Unidos. Lo que hacemos desde diferentes grupos es aplicar modelos de predicción climática con diferentes escenarios. Estamos perfeccionando estos modelos, de hecho, ocupamos mucho más tiempo en perfeccionar los modelos que en hacer las simulaciones, para que los modelos tengan un poco más de detalle espacial, para ver si hay diferencias entre regiones relativamente próximas. También estamos integrando el océano. Porque una de las fuentes de incertidumbre que tenemos es cómo se comportan los océanos, las corrientes oceánicas y los movimientos de las grandes masas de agua.

Más allá de lo obvio, la necesidad de reducir los gases de efecto invernadero, ¿qué otras propuestas se están poniendo sobre la mesa?

Los científicos no podemos hacer otra cosa que advertir a la sociedad, y sobre todo a los políticos, de lo que está pasando y qué es lo que puede pasar, si no se toman remedios urgentes. El problema es la inercia, porque incluso en el caso imposible de que se dejaran de emitir gases de efecto invernadero de aquí a un año, el calentamiento seguiría progresando. El calentamiento que estamos experimentando ahora ya estaba en marcha, ya lo estaba en marcha hace diez o veinte años. Por eso, las medidas tienen que tomarse de forma urgente. Si no, el calentamiento irá a mucho más. Realmente, el remedio tiene que ser global. No tiene mucho sentido que en Castilla-La Mancha, en España o incluso en Europa, se reduzcan los gases de efecto invernadero y que los demás no lo hagan. Estamos integrados en el Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC), que emite un informe para los políticos cada seis o siete años. Afortunadamente, los acuerdos de París, de diciembre de 2015, prácticamente recogieron casi todas las advertencias que hacíamos en esos informes, e incluso, medidas a tomar. 

Esto en realidad, ¿es un problema económico?

Efectivamente, hay países que no toman medidas por economía, pero por una economía muy miope. Porque el coste económico del cambio climático que se produciría superaría con mucho al esfuerzo económico que habría que hacer para reducir estas emisiones de forma rápida. Realmente, la tecnología existe, obviamente se está perfeccionando. Ya está la alternativa para producir electricidad sin quemar combustibles fósiles, evidentemente requiere un esfuerzo económico, pero el coste económico de no tomar medidas es muchísimo mayor. Y son estudios que están ya admitidos por los expertos en economía, salvo alguna voz discordante minoritaria.

Las medidas legales pueden llegar, pero también habrá que concienciar a la gente, ¿está siendo así?

Creo que sí, porque la gente lo está viendo. Todos tenemos amigos y familiares que te comentan que este verano o el anterior son de un calor horroroso, y que los inviernos son también más suaves. Todo el mundo está observando que nieva menos y la gente tiene conciencia de que está ocurriendo. Creo que la mayoría de la sociedad está preocupada por este problema. Lo que pasa es que quizás no intuye lo que haría falta hacer. Pero para eso están los políticos, gente que tiene que decir a la sociedad lo que está ocurriendo, proponer a la sociedad posibles medidas paliativas o posibles soluciones. Estamos hablando desde generar menos electricidad con combustibles fósiles o generar electricidad o energía a escala local; o el aislamiento térmico de viviendas. La gente intuye que hay que tomar este tipo de medidas, pero hay que poner los medios, y habrá agentes económicos que se van a resistir, las petroleras se van a resistir, las generadoras de electricidad también. Pero para eso está la política.