Entradas al hospital y otras obras pendientes en el Polígono

J. Monroy
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La Asociación de Vecinos 'El Tajo' inicia la legislatura recordando a las nuevas administraciones las muchas tareas pendiente en el Polígono

Entradas al hospital y otras obras pendientes - Foto: Yolanda Lancha

La Asociación de Vecinos El Tajo comienza la nueva legislatura como terminó la anterior: preocupada por las muchas obras pendientes en el Polígono, y en especial, por las nuevas entradas y salidas que eviten que el barrio se convierta en una ratonera una vez que se ponga en marcha el nuevo hospital Universitario. Pero hay mucho más. Aún no se han iniciado las obras de la rampa entre Tiétar y Guadarrama, ni se sabe nada del carril bici con Santa Bárbara. Capítulo aparte está la reiterada petición por parte del Tajo de soluciones para los muchos problemas de las viviendas sociales.

En su última publicación mensual, la Asociación de Vecinos pide a las administraciones que redoblen esfuerzos «para afrontar la situación de las viviendas sociales». También recuerda al Ayuntamiento la necesidad de abrir a la participación la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi) y hacer realidad el carril bici. Pide que se ejecuten las iniciativas aprobadas por el Consejo de Participación, como la rampa de Tiétar o la actuación en la peatonal Gregorio Marañón. Y reivindica que «todas las administraciones implicadas deben trabajar a marchas forzadas para evitar el gran atasco cuando empiece a funcionar el nuevo hospital».

Hospital. Parece que queda menos de un año para la puesta en marcha del nuevo hospital y «lo que realmente inquieta en el barrio y en la propia ciudad, es que los nuevos accesos no están definidos ni proyectados, a pesar de que ya en enero de 2018 dimos la alarma de que era urgente ponerlo en marcha», apunta la Asociación de Vecinos. Porque puede producirse un accidente en la entrada al barrio, lo que bloquearía a las unidades de emergencia, y a lo que se sumará a los atascos ya repetitivos en horas punta.

Tan solo se ha diseñado la construcción de un gran acceso desde la carretera de Las Nieves hasta el hospital, «que en este momento está paralizado y no va a a estar disponible cuando éste funcione». Para la Asociación de Vecinos es alarmante la falta de consenso entre Ayuntamiento, Junta de Comunidades y Estado, «todos del mismo color». Así lo expresa tras escuchar al presidente regional, Emiliano García-Page, «que el Ayuntamiento tiene que hacer sus deberes, y por su parte Milagros Tolón discrepa, y la que se avecina puede ser muy seria». 

Obras pendientes. Esto se suma a la «sensación de parálisis» que ve la Asociación en un barrio, con multitud de proyectos aprobados la pasada legislatura y que no terminan de salir adelante.

Así ocurre, comienza su repaso, con la rampa que une la calle Tiétar con Guadarrama, proyecto más votado de los primeros Presupuestos Participativos. Aún no se ha realizado el diseño de la propuesta realizada para mejorar y complementar la entrada del Centro Social. La Asociación está esperando la valoración económica y el proyecto para actuar en la peatonal Doctor Gregorio Marañón, entre Bullaque y Valdeyernos, según se acordó en la Comisión de Obras. Es una buena noticia la próxima aprobación del vaso de la piscina cubierta y la mejora de dotaciones anexas, y El Tajo espera ver el proyecto y su dotación económica antes de su ratificación. Finalmente, sigue sin convocarse la Comisión de Obras para cumplir el acuerdo de poner nombre a los diferentes parques del barrio.

Mención especial para el carril bici, que «sigue sin pedalear». En enero de 2018 la Asociación propuso en el Consejo de Participación la creación de una comisión para los distintos programas de la Edusi, dado que uno de sus requisitos es la participación. Sin embargo, «en lo concerniente al carril bici, tan demandado por nuestra Asociación, así como prometido por los gobiernos municipales desde hace más de una década, seguimos sin tener una clara respuesta puesto que no ha habido participación, no se ha consensuado ni se ha expuesto públicamente». Solo conocen los vecinos algunos bocetos o noticias, publicados en prensa. «Estamos esperando que se cumpla con el requisito de la participación y no como un puro trámite, sino para recoger y debatir las posibles aportaciones», apuntan.

Viviendas sociales. Finalmente, la Asociación muestra, de nuevo, su preocupación por las viviendas de alquiler social situadas en cinco edificios, propiedad de la Junta de Comunidades, con «diversos problemas». Aunque la Junta está desarrollando diferentes programas y El Tajo está trabajando intensamente en una de estas comunidades, insiste en que se necesita un programa integral de administración, mantenimiento y seguimiento social.

«El Gobierno municipal y la Junta deberían suscribir un convenio que incluya los medios e inversiones necesarios para que la convivencia funcione, ya que prácticamente toda la vivienda social ha recaído en el barrio», apunta. También es un deber del Ayuntamiento «trabajar para erradicar el grado de conflictividad, en algunos casos alto, y no deberíamos tentar la suerte con experiencias pasadas».