Los ERTE y la falta de turistas condicionan abrir bares

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Establecimientos con poco personal, o familiar, de barrios como Santa Teresa, Polígono y Buenavista han sido los primeros en intentarlo mientas en el Casco Histórico la mayoría permanecen cerrados

Los ERTE y la falta de turistas condicionan abrir bares - Foto: Ingrid Fernández

La primera semana de apertura solo para los bares y restaurantes con terraza, y solo al 50%, ha sido desigual, según los barrios. Valentín Salamanca, secretario de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Toledo (AHT), tiene la percepción de que la reapertura va mejor en los periféricos. El Casco Histórico continúa cerrado en un alto tanto por ciento porque son establecimientos destinados al turismo y mientras no haya movilidad entre provincias será complicado que vuelva a verse actividad digna de mención. Los pueblos también van  muy poco a poco.

Por ahora lo más positivo es en  barrios como Santa Teresa, Polígono, Buenavista, etc., donde los establecimientos con poco personal o de negocio familiar han sido los primeros y van funcionando. De hecho «cada vez hay más solicitudes de ampliación» de las terrazas dirigidas al Ayuntamiento.

A este respecto Salamanca indica que los trámites para las ampliaciones de terrazas sobre suelo público van despacio por la cantidad de requisitos que forman los expedientes (informe de Policía Local, mediciones sobre el terreno…) y señala que teniendo en cuenta que se está produciendo «una llegada masiva» de peticiones entiende que van todo lo rápido que se puede, según los medios del Ayuntamiento y viendo que debe analizar caso por caso para ver donde se puede y hasta qué superficie, y dónde es imposible. En todos los casos las resoluciones van motivadas y las que ha visto «son razonables».

La meta es ganar superficie hasta tener el mismo número de mesas que antes, no más, pero puntualiza que son resoluciones excepcionales y temporales para facilitar que los negocios recuperen su actividad, es decir no generan derechos para posteriores ejercicios.

Dicho eso, recalca que los empresarios siguen condicionados por los ERTE ya que con un solo trabajador que saquen pierden la condición de fuerza mayor total, exenta de pagar cuotas de Seguridad Social, y pasan a ERTE de fuerza mayor parcial en la que también hay que pagar parte de la Seguridad Social de los que se quedan en el paro.

Ahora quedan a la expectativa de la semana que viene, cuando se permitirá abrir al público el interior de los locales y la Junta de Castilla-La Mancha admite el aforo hasta el 50%. Desde la AHT creen que algunos empresarios pueden animarse a abrir contando con medio local y media terraza porque les puede compensar.

Y mejor aún cuando tienen noticias de que la Comunidad va a pedir el paso a la fase dos aunque  no echan las campa as al vuelo porque son conscientes de que es un sector que irá reactivándose poco a poco y solo en lo que depende del consumo de los toledanos ya que el turismo va a tardar en volver.

Donde no hay horizonte esperanzador es en los hoteles que siguen cerrados y sin posibilidades, con el verano que aquí es temporada baja, hasta septiembre como pronto será complicado que reabran.

Colaboración. Sobre el comportamiento del público dice que hay de todo e insiste en el llamamiento a los hosteleros a ser escrupulosos con la legalidad y también a los clientes para que sean conscientes de lo que hay en juego.

Explica que la terraza cuando se monta está perfecta pero a media mañana se ha movido todo y es labor de todos guardar las normas. Se trata de incorporar nuevos hábitos de conducta (por ejemplo esperar a que las mesas se desinfecten antes de lanzarse a ellas cuando quedan libres). Dice que es parecido a lo que ocurrió con la ley del tabaco, hasta que la gente se habituó, con la diferencia de que llegará un momento en que las limitaciones actuales deberán desaparecer.