El CD Toledo se queda cerca de gobernar

J. M. Loeches
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El Quintanar del Rey empató al final el tanto de Rubén Moreno para el cuadro verde, que rozó el liderato y acabó perdiendo su imbatibilidad (1-1)

El CD Toledo se queda cerca de gobernar - Foto: Laura Pérez

A día de hoy, el CD Toledo está igual de cerca del gobierno del Grupo XVIII. La pena es que no pudo dar continuidad a los ocho minutos en los que estuvo líder. Tras una primera parte igualada y una segunda en la que pegó más y mejor, el Quintanar del Rey acabó empatando el tanto de Rubén Moreno para quitarle el bonito honor de la imbatibilidad.

Para empezar, el equipo visitante asumió el papel que se esperaba. No le importó darle la posesión a los de Calleja, pero, con el balón en los pies, los quintanareños no perdieron la ocasión de correr para meter miedo. Primero lo hizo Kain, que obligó a ir abajo a Olmedo, y luego fue Antonio el que cogió un centro desde la derecha que se fue cerca del palo. Parece que el plan de los verdes era buscar esos espacios que el propio Quintanar dejaba al irse hacia adelante, con un juego mucho más vertical que de costumbre. Sin embargo, la brillantez del rival delante, también la tuvo detrás. Había que probarles a balón parado. Y César Ortiz metió la cabeza con mucha intención. No conectó.

El partido estaba por fuera y, poco a poco, el CD Toledo se abrió pasillo, sobre todo por la derecha, para hacer cosquillas. A Álex Cortell le abortaron un disparo seco desde la frontal y luego César Rozalén voló para sacar el disparo típico de Pituli. Recorte hacia adentro y tiro. En esta fase, para quitarse un poco el muerto de encima, el Quintanar del Rey buscó de manera más directar a Antonio, al que los centrales mantuvieron bien enjaulado.

El nivel era tan parejo que pasaron muchos minutos sin nada que echarse a la boca. Por supuesto, el timón seguía estando en manos de los de casa, pero el rival echó la llave sin miramientos. De nuevo en una falta lateral, hubo inquietud, pero el lanzamiento final de Mario García no fue limpio y César lo acabó recogiendo sin problemas.

En último tramo de la primera parte cayó más del lado del Quintanar del Rey. Al llegar a tres cuartos, los de Carlos Gómez olisquearon el gol de una manera muy clara, pero Díaz de Mera Escuderos pitó el descanso y aquí no pasó nada.

La segunda parte arrancó más o menos por los mismos derroteros. La primera la tuvo Pituli por la derecha. El de Villacañas se fue entre dos y le cedió el balón atrás a Cortell, que, con la izquierda, remató fuera. El gran peligro seguía residiendo en las salidas al contragolpe del Quintanar del Rey. Por suerte para el cuadro verde, los de La Manchuela no encontraron ni el pase adecuado ni el remate correcto.

Los de Manu Calleja le pusieron una marcha más e incidieron con el pico y la pala en varias ocasiones, especialmente desde la esquina. En el minuto 56, Calleja pensó que era el momento de ir a por los tres puntos y sacó del campo a Mario García para gastar la bala de Traoré. No esperó para meter a los agitadores y el partido continuó por el mismo camino. Pituli tuvo más contacto con la pelota y hasta pudo ser objeto de penalti en otra internada en el área.

Lo cierto es que el gol se estaba rifando para uno y otro lado, cada uno con su manera de buscarlo. Así, el técnico cántabro llamó a otro agitador: Rubén Moreno. Esta vez el sacrificado fue Álex Jiménez, que esta vez estuvo por debajo de lo que acostumbra a dar. Álex Cortell cabeceó un buen centro de su tocayo Alonso que César Rozalén tuvo que sacar con apuros, pero es que otra jugada al área, en la que se revolvió Rubén Moreno, terminó con un tiro del ‘9’ que paró milagrosamente el guardameta quintanareño.

Y el Salto del Caballo cuando le das regalitos en forma de de ocasiones, se viene arriba y anima. César Ortiz se sacó un zapatazo lejano y volvió a toparse con el portero. El CD Toledo estaba apretando de verdad, aunque sin encontrar el agujero. Es lo que tiene esa insistencia, y la seguridad de jugar en tu estadio, un Salto del Caballo lleno de candados. Jokin Esparza se fue por la derecha, quebró a Didier y cedió el balón para que Rubén Moreno la empujase a las redes.

El Quintanar del Rey hizo los dos cambios que le faltaban para calibrar el miedo de los verdes y a base de balones colgados, acabó quitándole la imbatibilidad a los de Calleja. En una de esas segundas jugadas, Rircard mandó un zurdazo imparable a la escuadra que hizo descender la temperatura del estadio. El mal sabor de boca al final era evidente, pero todo sigue igual.