La EMV pone a disposición de los candidatos su proyecto para Corea

J. Monroy | TOLEDO
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Los vecinos ya han trasladado a Labrador su reivindicación de mejora urbanística en el barrio, y el 'popular' se comprometió a consensuarla con ellos. Es de esperar que el resto de candidatos también asuma la propuesta

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Aunque todavía no ha comenzado de forma oficial la campaña a la Alcaldía de Toledo, los distintos candidatos han comenzado su trabajo, y se han marcado como eje de sus futuras políticas la participación ciudadana. Una de las grandes reivindicaciones del movimiento asociativo es la reforma urbana del barrio de Palomarejos conocido como Corea. El candidato ‘popular’ Jesús Labrador, ya recogió el guante durante su reunión con La Voz del Barrio, y es de esperar que sus contrincantes hagan lo propio. Podrán retomar el proyecto que la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) dejara redactado hace cuatro años y medio. El gerente de infraestructuras de la EMV, Luis Enrique Espinoza, ofrece este trabajo a todos los candidatos.

Fue el 8 de abril de 2009 cuando la junta de Gobierno local encargó a la EMV el proyecto de Área de Rehabilitación Integral del Poblado Sindical (Corea). El estudio contó con la subvención de la Junta de Comunidades, y el proyecto definitivo estuvo preparado en octubre de 2010. Aunque finalmente el equipo de Gobierno de García-Page no consideró oportuno sacarlo adelante, y el cambio del plan de vivienda de la Junta tampoco lo facilitó.

El encargado del proyecto fue el estudio Esteban y Ruiz, y contó con la colaboración del profesor de la Universidad Politécnica Gerardo Ruiz Palomeque, responsable de la rehabilitación de varios barrios muy similares a Palomarejos en Zaragoza, un modelo de rehabilitación que se está aplicando después en otros lugares de España.

Corea es un barrio con setenta portales, con 571 viviendas y 1.298 habitantes en aquel momento. El estudio se aplicó a todo este conjunto, aunque el proyecto de rehabilitación se elaboró en principio para una primera fase, de 348 inmuebles prioritarios, a recuperar en cuatro años. La idea era intervenir en los edificios, pero nunca en el interior de las viviendas. Se planteaba revisar la cimentación de las estructuras, para comprobar si estaban en buenas condiciones; renovar completamente los saneamientos y los abastecimientos de agua hasta la entrada de las viviendas; cambiar los drenajes; cambiar por completo las cubiertas y renovar las fachadas, para aislarlas y tapar huecos. La propuesta también incluía colocar ascensores en la calle y renovar los portales. Además, los vecinos tendrían la opción, si se ponían de acuerdo entre ellos, de incorporar a su edificio la climatización y el agua caliente sanitaria. La primera se podría hacer con gas natural u otras fórmulas y la segunda con energía solar. El presupuesto de esta primera actuación era de casi quince millones de euros.

A todo ello, hay que unir una reurbanización completa de todo el barrio en este caso, para aumentar los aparcamientos y espacios libres. Estaba presupuestado en otros tres millones de euros adicionales.

Financiación posible. En lo que a la mejora de viviendas se refiere, supondría para sus propietarios un gasto medio de 43.000 euros, algo menos que la rehabilitación de las viviendas de Esteban Illán. El estudio proponía que aproximadamente un tercio lo pagara el particular, para lo que habría que buscar una ayuda municipal, a través de la venta de nuevas viviendas en una parcela municipal en la zona, o alguna entidad financiera que diera un crédito blando. El resto se tendría que financiar con los anteriores planes de vivienda de la Junta y el Estado, en aquel momento vigentes. Ahora, explica Espinoza, la actuación sigue siendo posible, aunque habría que rehacer el plan económico financiero. El plan regional de vivienda da a las áreas de rehabilitación como Corea un máximo de 11.000 euros por inmueble, todo incluido. Como máximo financia el 35 por ciento de la actuación. La alternativa puede venir por los nuevos fondos europeos Feder, que ahora incluyen la posibilidad de financiar actuaciones de rehabilitación de vivienda, y las ayudas Jessica, que financia actuaciones de rehabilitación energética. Hay además empresas de servicios energéticos que instalan un nuevo sistema de climatización y no lo cobran, sino que amortizan su inversión en los ahorros de los vecinos. Continúa la posibilidad de construir en dos parcelas municipales del barrio por parte de la EMV. También habría que buscar la entidad financiera que permita préstamos bajos.

Espinoza recuerda que hace cuatro años discrepancia con La Voz del Barrio era que mientras que los técnicos proponían recuperar las viviendas sin necesidad de derribos, los vecinos sí apostaban por una renovación urbana, que sustituyera los edificios uno por uno. Esta cuestión, explica, supondría alargar más los plazos y realizar realojos.