Toledo alcanza los 84.873 habitantes

Álvaro de la Paz
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Seseña, la localidad que más estira su padrón el último año, escala por encima de los 25.000 vecinos. La comarca de la Sagra se consolida como principal foco de atracción residencial

Toledo alcanza los 84.873 habitantes - Foto: Yolanda Redondo

El padrón municipal de Toledo mantiene un ritmo de crecimiento sostenido que permite a la ciudad patrimonio de la humanidad consolidar su condición de localidad más poblada de la provincia, una posición que alcanzó el 1 de enero de 2017 desbancando a Talavera, hasta entonces la primera urbe según su censo. La última actualización del censo para la capital regional sitúa su tamaño en los 84.873 vecinos. Se trata del cuarto ejercicio anual en el que Toledo registra un padrón mayor al anterior. El total contabilizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) representa la cifra histórica de habitantes más elevada de la ciudad.

La evolución de este indicador confirma el atractivo residencial de Toledo. En las últimas dos décadas, tomando el periodo comprendido entre el primero de enero de 1999 y la misma fecha de 2019, el padrón toledano ha crecido por encima del 25%, pasando de algo más de los 67.000 habitantes de entonces a los casi 85.000 actuales. La buena conexión con Madrid, su reducida cifra de paro -más baja, comparativamente, que la de otras zonas próximas-, y la amplia oferta de servicios se apuntan como razones para explicar este repunte sostenido en el tiempo. El interés por vivir en Toledo no disminuye pese a la escasez de oferta inmobiliaria de nueva construcción y el reducido volumen de viviendas disponibles en el mercado de compraventa de segunda mano. En el último año el censo ha subido en 591 personas.

Los 84.873 empadronados en Toledo suponen la tercera cifra más elevada dentro de los límites de Castilla-La Mancha. Superan el dato de la capital, los 173.329 vecinos de Albacete y los 85.871 Guadalajara. En el caso de la ciudad más poblada de la región, cabe reseñar que el de 2019 es también su dato más alto de la serie histórica. El tamaño de esta urbe, más del doble que cualquier otra en la comunidad que organiza la meseta sur, hacen de Albacete una de las grandes ciudades del interior de la península. Por su parte, el crecimiento de la capital alcarreña se sustenta en la cercanía con Madrid y en su proyección de ciudad dormitorio. El corredor del Henares es una de las zonas más dinámicas del centro de España.

En el caso de Talavera, el total de la población empadronada en la ciudad de la cerámica también experimenta un incremento notable respecto al año anterior. En los últimos doce meses su población ha aumentado en 408 personas, hasta los 83.417 vecinos. El dato de la localidad atravesada por el Tajo frena una tendencia descendente que comenzó a partir del año 2012. Apenas dos años antes, coincidiendo con el inicio de la década, Talavera contaba con 88.986 habitantes. La cifra actual es un 6,2% más baja respecto a aquel máximo marcado al inicio de la crisis económica. La evolución del padrón talaverano muestra la estrecha relación que guarda el censo con el desarrollo de las oportunidades para la creación de riqueza y empleo. El desempleo que golpea con fuerza a la ciudad ha provocado un doble efecto nocivo: el adiós de varios centenares de antiguos vecinos y que estos no sean remplazados con nuevos pobladores.

Illescas ensancha su población un año más. En 2019, la cabecera sagreña llegó hasta las 28.894 personas, sumando 830 vecinos a la tercera localidad de la provincia. El caso de este municipio es muy ilustrativo del comportamiento de buena parte de la treintena de localidades que forman la comarca más septentrional de la provincia: en apenas dos decenios, Illescas ha multiplicado por tres sus residentes, rebasando los 10.000 habitantes en 1999, los 15.000 en 2006, los 20.000 en 2009 y los 25.000 en 2013. Si continúa con un ritmo similar al del último cuarto de siglo, en 2020 o 2021 superará los 30.000 habitantes.

Sin embargo, la localidad en la que más creció su padrón municipal fue Seseña. Los 25.835 habitantes a 1 de enero de 2019 suponen 1.580 más que un año atrás. Uno de cada cinco nuevos habitantes de la provincia ha elegido esta localidad emergente como nuevo hogar. La transformación del municipio limítrofe con Madrid es una de las más sobresalientes en toda la corona metropolitana de la capital nacional. Mientras que en 1998, su población era aún inferior a los 4.000 censados (3.866), el padrón actual multiplica por siete aquel guarismo. Su crecimiento constante le acerca a las cifras de Illescas y se postula, si mantiene este ritmo, como la tercera ciudad de la provincia en pocos años. Además, el interés urbanístico regresa: ‘El Pocero’ desea retomar la construcción de pisos en el residencial El Quinón, del que solo edificó la tercera parte de lo previsto antes de que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria se llevara por delante el desarrollo de la macrourbanización.