«He sido viticultor, mis padres han sido agricultores, creo que todos los castellano-manchegos defendemos el vino, lo llevamos en nuestros genes y no entendemos este hachazo de Page al vino». Así valoró ayer el número dos del PP, Vicente Tirado, el anuncio que ha hecho el Gobierno actual de poner punto y final a la Cumbre delVino, una iniciativa que ideó y puso en marcha el Ejecutivo anterior. De hecho, según Tirado, eso es lo que está detrás de la decisión de no realizar nuevas ediciones de la Cumbre del Vino. «Porque lo hiciese un Gobierno, no tiene que venir un Gobierno de perdedores a quitar lo que funcionaba», se quejó.

Tirado señaló que este tipo de política es «destructiva» y «negativa» porque consiste en eliminar lo que funcionaba. En este caso, no le quedan dudas de que la Cumbre del Vino daba buenos resultados. «Éramos referencia, no solo a a nivel nacional, sino también a nivel internacional», expuso. Recordó incluso que en algún periódico estadounidense se habló de esta iniciativa. También recordó que solo había que ver cómo estaba Toledo los días de la Cumbre del Vino y la promoción que se hacía en varias ciudades de la región.

Para el secretario general del PP es clave «hacer promoción internacional del vino» y también de la «cultura del vino». Al respecto, comentó que es preocupante que una de las comunidades productoras como es Castilla-La Mancha, también sea una de las que menos vino consume.

Tirado explicó ayer que esta iniciativa era diferente a la de una feria y por eso aseguró que la Cumbre del Vino y Fenavin son «compatibles» en Castilla-La Mancha. Por eso, el dirigente popular expuso que no entiende la decisión de no realizar más ediciones de la Cumbre del  Vino «si no es por la manía que tienen los socialistas de ir siempre en contra del vino». Hizo este comentario en relación a una enmienda muy polémica la pasada legislatura sobre la publicidad de bebidas. «Destruir no es bueno», comentó.