La franquicia sobrevive a la COVID

Carlos Cuesta (SPC)
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La experiencia y el apoyo de las empresas asociadas a una marca han permitido que en los duros momentos de confinamiento hayan mantenido un 40% su facturación y hayan capeado la crisis con solvencia

La franquicia sobrevive a la COVID

Hace unos días declaraba un empresario del sector turístico que «este año de pandemia y de dificultades económicas sin límite, lecciones las justas», a la vez que defendía su papel en la sociedad en un momento donde «lo más fácil hubiera sido coger la caja y echar a correr sin volver la vista atrás». 

Todos los sectores se han enfrentado a los adversos efectos marcados por la doble crisis sanitaria y económica que todavía a día de hoy sigue atacando con dureza al tejido productivo nacional.

En este contexto, ha habido una actividad, la de las franquicias, que ha sacado pecho y ha dado la cara con sus negocios tratando de ofrecer el mejor servicio posible a sus clientes. Se trata de un sistema que ha aprovechado las dificultades para mostrar al país las ventajas de contar con la experiencia, el respaldo de una organización de apoyo y una eficiente gestión ante los graves problemas de financiación, liquidez y, sobre todo, laborales.

La Asociación Española de Franquiciadores (AEF) explica que los empresarios de estos negocios coinciden que ha sido un año muy complicado y que 2021 seguirá estando marcado por las medidas de crisis y restricciones, sin embargo, una buena parte de ellos se muestra satisfecho y asegura que han «capeado la crisis» mejor que otras actividades económicas.

Profesionales financieros como Gabriel Moyá, director de Franquicias en el Banco Sabadell ha manifestado que han sido unos trimestres muy duros en los que su entidad ha buscado acompañar a sus clientes para «salvar la travesía que han vivido con la COVID-19». En este sentido, sostiene que su trabajo ha consistido en trasladar a las franquicias las ayudas a la financiación disponible, como los créditos ICO y tratar de anticiparse a sus necesidades, ofreciendo plazos de devolución de los préstamos más amplios y cómodos con pólizas de crédito de hasta cinco años.

Una de las medidas de las matrices franquiciadoras ha sido condonar el pago de los royalties que exigen a sus asociados, no solo durante el confinamiento, sino muchos meses después para paliar en buena parte la situación tan desfavorable que estaban atravesando.

En este sentido, denuncian que echan de menos que la Administración hubiera tenido con ellos un comportamiento similar, aliviando los pagos a la Seguridad Social de sus trabajadores que se encontraban en ERTE, o con el resto de impuestos que han tenido que pagar sin tener actividad.

La AEF subraya que, pese al momento crítico que han vivido estos negocios, han contado con el oxígeno suficiente de las entidades bancarias para sobrevivir puesto que se trata de compañías con futuro por las que merece la pena invertir.

El sector asegura que pese a la adversidad del momento, su determinación por trabajar más duro y por analizar los nichos de mercado que se abrían, el 2020 será un ejercicio positivo, no con las previsiones iniciales del pasado enero, pero sí con el resultado final en la mayoría de estos negocios.

No obstante, aseguran que no renuncian a un plan de ayudas ni a posibles rebajas fiscales que pudieran aprobarse desde el Gobierno para acelerar su proceso de recuperación con meses que no solo no han tenido ingresos, sino que los gastos han sido aún más elevados. 

Un período que ha servido para mejorar su capacidad de formación en gestión, con importantes inversiones en digitalización que les beneficiarán enormemente en los próximos años y les permitirán incrementar el tráfico de sus ventas.

El año que dejamos atrás ha supuesto un cambio en la forma de vivir y de entender el mundo de la empresa: se han renegociado alquileres y se han impuesto medidas de seguridad que se mantendrán en el tiempo, lo que ha supuesto un cambio sin precedentes en los hábitos de consumo y en la forma de relacionarse la franquicia con sus proveedores y clientes.

El éxito de esta fórmula económica radica en que han sido capaces de mejorar la experiencia de usuario, al generar actividad dentro y fuera de sus empresas físicas, mediante un concepto que, en plena crisis sanitaria, han sabido reforzar y transmitir entre sus asociados, lo que les permitió que, incluso cuando no tenían actividad de cara al público, fueron capaces de mantener hasta un 40% de media sus volúmenes de facturación.  

 

Reducir costes

El modelo, además de experiencia, consultoría, innovación, marketing, ayudas de financiación y gestión es una fórmula centralizada que permite optimizar los costes e incrementar los beneficios.

En definitiva, los negocios franquiciados cuentan con eficaces programas de marca para actualizar sus estrategias, incrementar las ventas y, a la vez, poner de relieve valores, retos y éxitos que ponen a las personas con las que trabajan en el centro para que todo este engranaje empresarial funcione.