Derrota fuera de casa tras marcar primero

Margarita Pitel (ADG)
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El CF Talavera pierde en Las Gaunas ante la SD Logroñés por 3-2,y después de adelantarse por 0-2 con goles de Góngora, de penalti, y de Escalante; los blanquiazules son en estos momento penúltimos

Añón fue sustituido en el minuto 23 por Edmilson. - Foto: Manu Reino

Tardará en digerir el Talavera una derrota tan dolorosa como la de ayer en Logroño. El cuadro de Víctor Cea perdió tres puntos que tenía ganados a la media hora. El cuadro talaverano desperdició dos goles de ventaja ante una SD Logroñés cargada de bajas en todas sus líneas. Pero dos goles en la recta final del primer tiempo, y uno inesperado de su capitán cuando mayor era el dominio visitante, doblegaron al bloque cerámico.

Si no eres capaz de puntuar lejos de El Prado, y si desperdicias dos penaltis en las dos últimas jornadas, lo normal es verte en apuros, aunque en este caso el fútbol no fue justo con los pupilos de Víctor Cea, que en la segunda mitad tuvieron ocasiones suficientes para haberse puesto por delante.
No pudo tener mejor arranque el cuadro visitante, que apretó de inicio y pronto se encontró con la recompensa del gol. El Talavera buscó en repetidas ocasiones a Pelayo hasta que el central asturiano, sobreexcitado en el arranque, derribó a su par en el área. Toño Calvo cayó a plomo. Fue un penalti meridiano que no dejó margen a la discusión. El capitán Góngora volvió a reclamar el lanzamiento y, al contrario de lo sucedido la pasada semana, no dudó y alojó el balón a la izquierda del portero.

Paradójicamente el gol sentó mal a los jugadores conjunto talaverano, que comenzaron a especular y ceder la iniciativa a una SD que, pese a las bajas de peso que presentaba, no le perdió la cara al choque, espoleada por Calderón, que reclamó penalti por plantillazo de Escalante, y de Sandoval.

Cuando mejor estaban los anfitriones, aunque sin claridad a la hora de filtrar el último pase o probar desde lejos a Edu, llegó una nueva desatención defensiva logroñesa. Jero no se entendió con su par y el balón llegó franco a Escalante que, sin mucho esfuerzo, hizo el segundo.

Con todo, en una primera mitad plagada de accidentes en la que el local Lozano y el forastero Añón fueron sustituidos, el Talavera se fue del duelo en cinco minutos que tuvieron fatales consecuencias. Los locales dominaban pero estaban atenazados por la responsabilidad del encuentro y la falta de su delantero centro, Jon Ander Pérez. Pero en esta tesitura, Calderón le sacó una falta a su defensor y Sandoval, entre el inmenso hueco dejado por la barrera y el despiste del arquero del cuadro talaverano, redujo distancias.

El cuadro de Cea perdió aplomo, dio por bueno el resultado y dejó hacer a la SD Logroñés, que volvió a creer en sus opciones. Así, con un último empujón de fuerza, los locales conquistaron un córner, se fueron con todo al remate y Soberón, agazapado en el segundo palo y favorecido por los rechaces, igualó una contienda en la que pesaron más los errores.

Víctor Cea movió el banquillo tras la pausa y Jordi Ortega le dio nuevos bríos al Talavera que dispuso de una clara ocasión en las botas de un Adighibe que, tras doblegar a Xiker, no pudo vencer a Jero. Los foráneos, como en la primera mitad, comenzaban mandando ante una SD Logroñés obligada a replegarse y sin fuerza para armar una contra.
Fernández, con una cabezazo desviado y con una parábola cargada de veneno desde 30 metros, siguió capitalizando el juego ofensivo de un Talavera que se sentía dueño del balón aunque el marcador seguía equilibrado.

La presión adelantada se tradujo en mayor capacidad de llegada, pero el once de Raúl Llona no pasó apuros y, aunque su salida no era limpia, las aproximaciones de los visitantes eran desde la distancia, salvo una embestida, a la hora de juego, de Adighibe que se fue en velocidad de su marca y probó fortuna desde el área. Jero respondió bien despejando a córner.  Al minuto, lo volvió a intentar, obligando a Xiker a trabarle al borde del área. El central vasco se veía incapaz de detener al atacante al nigeriano. Góngora, en la falta consiguiente, obligó a Jero, ya el mejor de los suyos, a tirar de reflejos.

El encuentro iba tomando color visitante ante una SD Logroñés que se conformaba con el empate y que solo era capaz de estirarse tras un error de su oponente. Una buena acción defensiva de Escalante culminó con un pase del central a su compañero nigeriano. Adighibe superó a Xiker, esta vez por la izquierda, y buscó un pase de la muerte que no encontró compañero.

Fue su tercer aviso en un encuentro que amenazó con romperse después de que Llàcer, en su primera aproximación al campo rival, asistiera a Sandoval que, sin ángulo, buscó la remontada perfecta. El balón no encontró palos pero, a continuación, el Talavera la volvió a tener. Jero se salvó esta vez de milagro. Quedaba un cuarto de hora y los de Víctor Cea habían generado suficiente peligro como para marcar un tercero.

El cuadro talaverano lo intentó en el cuarto de hora final pero los riojanos, con savia nueva en el campo, se encontraron con el gol de la victoria a diez del final. En el tercer córner consecutivo botado por los anfitriones, el capitán Ledo, el símbolo del equipo, el jugador que disputa su decimotercera temporada en la SD Logroñés y que se estrenaba esta temporada, marcó el tercero, castigando la pasividad de la zaga talaverana.

El encuentro, en cualquier caso, no acabó ahí. Edmilson se adentró en el área y acabó derribado por Diego Esteban, que hizo lo suficiente para que el árbitro le penalizara. Góngora la puso en el suelo, pateó y el balón se fue a la grada para desesperación del cuadro de Víctor Cea, incapaz de marcar.

Fue la despedida porque aunque el Talavera aún tuvo cinco minutos para soñar con el tercero, y pese a la entrada de Perales y Pablo Monroy en el césped, la SD Logroñés, físicamente exhausta, consiguió que el balón no llegara ni a Adighibe, la gran amenaza, ni a ninguno de sus compañeros. El Talavera, una vez más, regresó de vacío.