Vigo y Madrid se han ‘picado’ este año para ver quién tenía la iluminación navideña más potente. Ambas han empatado en el número de bombillas, un millón, pero la capital ha destinado tres millones de presupuesto y la ciudad gallega 800.000 euros. Una cantidad muy elevada que su alcalde justifica argumentando que repercute en beneficio de la ciudad, toda vez que la ocupación hotelera es del cien por cien en estas fechas, cuando hace unos años se quedaba en el 30 por ciento. Toledo destina unos 200.000 euros al alumbrado de Navidad, cuatro veces menos que Vigo, pero esta instalación se ha convertido también en un atractivo desde la pasada legislatura, cuando se potenciaron las luces, iluminando los puentes históricos de Alcántara y San Martín, entre otras cuestiones.

 Los detalles de las novedades de esta edición los dará a conocer hoy en rueda de prensa la concejala de Festejos, Maite Puig, pero lo que ya sabemos es que el encendido será este viernes, 29 de diciembre, y permanecerá activo hasta el 7 de enero.

Una de las principales novedades es que el puente de San Martín estrena un nuevo diseño, con una estela de bolas de luz que sustituyen al ‘manto’ de los últimos años. Se mantiene el tradicional ‘toldo’ de la calle Ancha, que rememora el Corpus, la fiesta grande de Toledo, y el gran arco de estrellas de Zocodover.

Este viernes también abre el mercadillo navideño con carrusel de la plaza del Ayuntamiento. Otra de las apuestas de los últimos años que están ayudando a incrementar el atractivo de la ciudad en estas fechas, propiciando que los toledanos salgan a dar un paseo pese al frío se tomen un chocolate con churros.

La pista y el tobogán de hielo empezarán a funcionar también este viernes, permaneciendo abiertos hasta el 12 de enero en el paseo de Sisebuto, un emplazamiento que cuenta con el beneplácito vecinal, que se mostraba crítico con su ubicación anterior, en la plaza del Ayuntamiento.

La concejala Maite Puig señala que Toledo volverá a embellecerse como nunca en estas fechas, destacando que la iluminación y las actividades en torno a la Navidad se han convertido «en un nuevo atractivo y un importante reclamo para toledanos y visitantes».