Un año después de que el Consejo Escolar del colegio Jaime de Foxá propusiera el cambio de nombre, para que pasara del antiguo Gobernador Civil de Franco al de Rosa Park, «parece que está metido en un cajón». Así lo denuncia la presidenta de su Ampa, Sonia Méndez, para quien «aquí se está incumpliendo la Ley de Memoria Histórica».

La comunidad educativa se comprometió el pasado año en la elección de un nuevo nombre, que vino de la mano de los padres y los propios alumnos. Estos, a partir de tercero, hicieron trabajos para buscar candidatas, todas mujeres, y se presentaron a todos los niños, adaptado todo a su edad. Quedaron nueve finalistas (tres nombres elegidos por los niños, tres por los padres y tres por el colegio). Al final, por votación entre padres y alumnos, se eligió en las pasadas navidades el nuevo nombre de Rosa Park. Y ahí se quedó todo.

Recientemente, Méndez ha preguntado por escrito al Ayuntamiento y en persona al concejal de Educación y Cultura, Teo García, y este respondió que se tendrá que estudiar y aprobar en el Ayuntamiento. «Pero nadie nos da respuesta y una vez que se ha aprobado, no tiene que ser tan difícil», se lamenta. Todo está sin tramitar.