Sonia Méndez, presidenta del Ampa del colegio Jaime del Foxá, en el Polígono, sabe lamentablemente de lo que habla. Cuando su hijo iba a Infantil, tropezó un día con una baldosa levantada a la entrada al centro, con tan mala suerte que llevaba las manos en los bolsillos, cayó de cara y se abrió la barbilla por debajo, le tuvieron que dar puntos.

El caso del hijo de Sonia no es único. De ahí que tanto el propio colegio, como el Ampa, lleven tiempo exigiendo al Ayuntamiento un arreglo de las entradas principales del centro, que es el más antiguo del barrio. Así lo vienen pidiendo los padres desde 2018, y ahora lo intentaban llevar al próximo Consejo de Participación del Polígono, pero que se quedan fuera, por los cambios organizativos.

Los problemas, explica Méndez, empiezan por muchas losetas del suelo levantadas, con raíces de los árboles rompiendo la acera. En su día, el Ayuntamiento quitó algunos árboles y dejó los alcorques sin tapar, con lo que ahora los ladrillos de los mismos están sueltos y los niños juegan con ellos, «aquello es hoy un estercolero». Lo peor es que todavía quedan árboles enfermos a la entrada, y tras la desgracia del colegio de Santiago el Mayor, esperan que haya que lamentar nada algún día.

Cuando entrar al cole es peligrosoCon el temporal Filomena, además, la situación empeoró todavía más. Hay que utilizar más entradas y algunas de ellas están en arena, sin con las baldosas destrozadas ya. Así ocurre con las entradas para Infantil en Cascajoso y las de Espinarejo, «en un estado lamentable».

«Teniendo en cuenta que eso es un colegio, donde van niños y padres, gente mayor, es lamentable que esté así, además, da muy mal aspecto», reivindica Méndez. El Ampa no entiende la dejadez del Ayuntamiento ante escritos que lleva mandando tres años reivindicando los arreglos, que no tienen siquiera contestación. A su juicio, la Concejalía correspondiente, y desconoce cuál es, está haciendo dejación.

La última actuación de protesta fue masiva, a través del Buzón del Ciudadano del Ayuntamiento, que en este caso sí que informó de que se había recibido la queja. Pero nadie ha consultado siquiera al colegio, «y no es normal que llevemos tres años mandando escritos y no tener respuesta alguna». También echa el Ampa de menos en la presencia del concejal designado por el Ayuntamiento en los Consejos Escolares, «porque es quien debería gestionar entro otras cosas estas quejas de mal estado del colegio».

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