«La medicina estética es salud»

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La doctora Noemí Soriano subraya tanto la labor preventiva como los beneficios que tiene verte bien una vez ha arrancado la desescalada de los tratamientos estéticos.

«La medicina estética es salud» - Foto: Yolanda Lancha

redacción / toledo

«La medicina estética es salud». Así de contundente se expresa la doctora Noemí Soriano, responsable de la clínica Zen Salud y Belleza. Subraya la labor preventiva de la medicina estética, toda vez que hay enfermedades dermatológicas, como lunares ‘feos’, por ejemplo, que se pueden detectar en una consulta de estética, incidiendo en los beneficios  que tiene verte bien. 

Soriano insiste en que ya ha arrancado la desescalada de los tratamientos estéticos, con pacientes que se van animando a acudir a las clínicas a medida que avanzan las fases. Se notó un incremento significativo al pasar de fase 0 a fase 1, explica, recalcando eso sí que son fundamentalmente clientes habituales. 

La mayoría de los tratamientos solicitados van destinados a potenciar la mirada, ahora que el uso de las mascarillas es obligatorio,  y recuperar las partes del cuerpo que más han sufrido en la cuarentena: piel, celulitis y cabello.

La nutrición también es un aspecto clave, indica la doctora, toda vez que lo habitual ha sido subir algunos kilos de peso, además de desarrollar una vida mucho más sedentaria. 

Soriano explica que su clínica abrió sus puertas el pasado 5 de mayo y que las visitas de pacientes han sido constantes desde entonces, con un incremento más significativo al pasar a a fase 1. 

Durante el confinamiento, cuenta, llamaban algunas clientes que se han convertido en amigas, asegura, y han sido precisamente esas personas quienes se acercaron las primeras a recibir sus tratamientos. 

Aquellas personas que van a la clínica varias veces al año son quienes primero han vuelto tras la cuarentena. «Hay menos clientas nuevas», comenta, menos ‘amigas de amigas’, quizá por el miedo vivido durante los últimos meses. 

En cualquier caso, la doctora recalca que se cumplen las medidas sanitarias al máximo, algo que siempre ha ocurrido en este tipo de servicios por norma, comenta. 

En los últimos días, «estamos teniendo un repunte de nuevas consultas de valoración» a medida de los datos de la pandemia están mejorando sustancialmente y que la sensación de ‘normalidad’ está regresando a las calles. 

Sobre los tratamientos reclamados, Soriano recalca que los ojos se han convertido en nuestro principal aliado, por lo que los tratamientos para potenciar la mirada está en el ‘top’. Esto implica que hayan bajado los de relleno de labios, ahora cubiertos por las mascarillas, aunque hay quienes los mantienen. «Cuando sales a cenar se te van a ver igualmente los labios», reflexiona. 

Uno de los efectos del confinamiento ha sido dejar las pieles sin luz, apagadas, por no estar en contacto con el sol, recalca la doctora, sin olvidarse de la celulitis. Tratamientos que se hacen en estos meses previos al verano ahora no se han hecho, además de que durante la cuarentena «hemos picado de más o nos hemos tomado alguna copa de vino que no solíamos tomar y hemos tenido una vida más sedentaria». 

«Se ha cogido peso por norma general», comenta, indicando que también se están haciendo tratamientos de nutrición. Asimismo, El cabello también se ha visto afectado. «Hay personas que dicen que se ven con pelo de bruja, como antes no se habían visto, o a quienes se les ha caído el pelo y tienen pequeñas calvas». Son efectos de la ansiedad, el estrés y el nerviosismo. 

La doctora reivindica la importancia de la medicina estética y su papel en el ámbito de la salud. «Si yo veo un lunar que no me gusta se lo digo a la paciente», indica. Pero también recalca el valor emocional y de seguridad. «La importancia de sentirse bien contigo misma, la medicina estética ahora se hace por una misma, no por los demás», reivindica. 

Por eso, evidencia que las pacientes ahora buscan mejorar pero no ser otra persona. «Quieren verse bien, pero no transformaciones bruscas. Quieren envejecer con gentileza. Te perdonan que les dejes una arruga, pero no que cambies su cara», explica.