El proyecto del Tajo sigue paralizado tres años después

Leticia G. Colao
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La CHT adjudicó el proyecto de redacción en enero de 2018 a la misma UTE que ganó el Concurso Internacional de Ideas. La inestabilidad política ha retrasado casi tres años el plan

El proyecto del Tajo sigue paralizado tres años después

Sin ningún tipo de avances, completamente parado desde hace tres años se encuentra el que iba a ser el gran proyecto para la recuperación de las riberas del Tajo y el Alberche a su paso por la ciudad que completaría además su integración plena en la ciudad. El proyecto ‘Cuando el río Suena’ de la UTE adjudicataria, conformada por Código Arquitectura S.L.P., Delfos Proyectos S.L. y Consultoría en Ingeniería Hidráulica S.L., ganó el Concurso Internacional de Ideas lanzado por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) en abril de 2016 y fue adjudicatario igualmente de su redacción en enero de 2018, redacción que no se ha iniciado al no haberse firmado aún el contrato.

Uno de los responsables del proyecto, el arquitecto Miguel Colmenares, explicó a este diario que continúan a la espera de que el organismo de Cuenca les cite para llevar a cabo la firma e iniciar el deseado proyecto al que sus autores quieren dar forma. Sin embargo, la «inestabilidad política», la falta de un Gobierno a pleno rendimiento casi desde principios de año y los últimos tiempos en funciones, ha vuelto a retrasar una iniciativa que tenía como principal objetivo unir ambas márgenes recuperándolas para el ocio y disfrute ciudadano, además de hacerlas más sostenibles medioambientalmente.

Fue concretamente el 12 de enero del pasado año cuando la CHT anunció la adjudicación por 510.000 euros a la misma unión de empresas que habían ganado el Concurso Internacional de Ideas en 2016.  

El proyecto regresó nuevamente a la actualidad en una de las jornadas de ‘Repensando Talavera de la Reina’, organizadas por elColegio Oficial de Arquitectos de CLM, que debatieron sobre el río y su inclusión en el planeamiento general de la ciudad, aunque, según el mismo Colmenares, «no ha variado nada en tres años».

Tampoco la «ilusión» de los equipos técnicos de la unión de empresas adjudicataria por poder firmar y sacar adelante un proyecto que será especialmente importante para la ciudad, al recuperar diferentes infraestructuras ahora en desuso, muchos elementos patrimoniales y dotar de nueva vida a las riberas.

Las islas del Tajo. Desde la UTE también se han mantenido al margen de la polémica generada en Talavera por la compra anunciada por el anterior Gobierno municipal de las dos islas del Tajo, la Isla de los Molinos de Arriba o del Chamelo, y la de los Molinos de Abajo o Isla Grande, que supondrían la recuperación de más de 50 hectáreas fundamentales en el desarrollo de este proyecto urbanístico, además de  un gasto a las arcas municipales de 1,4 millones de euros. Precisamente esta cantidad paralizó la adquisición con la llegada del nuevo Ejecutivo local.

Preguntado al respecto, Colmenares asegura ser consciente del tema por la prensa,y no se muestra especialmente preocupado porque las islas no formen parte aún del patrimonio talaverano, a pesar de la importancia que tienen en su proyecto. En su opinión, «no se justifica una compra inmediata, sólo si estos proyectos salieran adelante», y ahora mismo se encuentran paralizados.

En este sentido, asegura que lo que discurre por estas islas «son intervenciones parciales, y si no se concreta aún la iniciativa, no es urgente», siempre y cuando el Ayuntamiento necesite emplear el dinero en otro tipo de actuaciones más prioritarias para la ciudad.

El responsable de ‘Cuando el río suena’ también conoció por parte del concejal de Política Medioambiental, Sergio de la Llave, que aunque por el momento no haya visos de adquisición, sí están sobre la mesa otras opciones como cesiones de uso, entre otras.

Por el momento, el Consistorio tiene tiempo de pensar y negociar una posible salida a esta polémica, ahora más calmada porque por el momento, y al menos hasta que se forme Gobierno y se decidan los proyectos a priorizar, no se esperan avances.