Cáritas: los huertos que crían empleos

J.M.
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La institución católica forma en Toledo a 8 alumnos en agricultura ecológica como porvenir. Forma parte del engranaje de capacitación de Cáritas, que benefició en 2018 a 895 personas

Cáritas: los huertos que crían empleos

Dionisio Espinosa, de 36 años, aterrizó hace seis meses en España procedente de su Venezuela natal y enseguida encontró acomodo en Cáritas. Firme y disciplinado, atendió ayer a los medios para pormenorizar las funciones que desempeña junto con otros siete compañeros en el taller de agricultura ecológica que forma a los beneficiarios para la incorporación laboral. «Preparamos el terreno, colocamos fertilizantes naturales cuando la planta va a ser sembrada y luego procedemos a la siembra de las hortalizas. Nos encargamos de mantener el huerto en perfecto estado», explicaba ayer en la presentación con motivo de la celebración de San Isidro.

Este venezolano busca una capacitación en su aventura española, aprendizaje que comparte junto con cuatro españoles, un colombiano, un rumano y otro compatriota. Al frente, José Luis Sepúlveda, el espigado instructor que aprovecha al máximo los 8.000 metros cuadrados de parcela cedida hace cuatro años por una familia para contribuir a la obra benéfica de Cáritas. Al principio, fue cultivado un tercio de la superficie, y ahora todo está cubierto de ajo, cebolla y patata, principalmente. Desde hace un año, brilla más con el marchamo de certificación ecológica, y la apuesta por plantas exóticas como el jengibre y la cúrcuma.

Los cinco cursos organizados desde 2015, que se extienden cada año de febrero a diciembre, han instruido a 34 alumnos, con la colaboración de ocho voluntarios que alientan esta propuesta de Cáritas.

Los productos recogidos en la casi hectárea de superficie, localizada en Toledo en el camino hacia Albarreal, son repartidos en el economato beato ‘Cardenal Sancha’ y también en la sede de Cáritas de Vida Pobre. Los excedentes desembocan en lugares como Hogar 2000.

«Nuestro objetivo es que todas las personas acompañadas por Cáritas puedan ejercer su derecho a un empleo digno en igualdad de oportunidades, con acciones formativas, con los servicios de intermediación laboral, acciones de autoempleo o empresas de inserción», comentó el secretario general de Cáritas Diocesana, Javier García-Cabañas.

La coordinadora del área de Empleo de Cáritas, Raquel López, destacó que el empleo figura entre las áreas estratégicas de la entidad católica y se extiende a las poblaciones de Toledo, Talavera, Illescas y Torrijos. Así, el año pasado, un total de 895 beneficiarios (591 mujeres y 304 hombres; 620 españoles y 275 extranjeros) pasaron por el Servicio de Intermediación Laboral y 74 más por los cursos de formación. Y hasta un centenar lograron un empleo con contrato como frutos del área de empleo, financiada por el Fondo Social Europeo y la Junta de Comunidades.

El taller de agricultura ecológica de Toledo forma parte de este engranaje, junto con otro similar desarrollado en Illescas, y un tercero de ‘polimantenedor’ de edificios en Toledo, todos con cursos de carretero y preparación de pedidos incluidos. Además, se imparten dos cursos de camarera de pisos en Toledo, y otro de certificado de profesionalidad en atención sociosanitaria a personas en instituciones en Talavera.