La memoria de la Fiscalía de 2018 ha dejado un buen poso de preocupación en relación a la cantidad de sentencias absolutorias que han arrojado los tribunales en la provincia, sobre todo, porque la proporción tampoco guarda relación con las dictadas por la Audiencia Provincial,donde el número de fallos absolutorios es mínimo. El documento refleja un total de 970 sentencias a lo largo del año pasado con un resultado de 518 absolutorias, es decir, un 53,4% de las mismas.

El fiscal jefe se muestra muy sorprendido con estas cifras y está sometiendo a análisis la situación junto al resto de plantilla para conocer por qué hay un número de sentencias tan elevadas en los juzgados de la provincia de Toledo cuando se supone que la Fiscalía hace bien su trabajo y elabora unos escritos de acusación completos y fundados en pruebas e indicios de delito.

De momento, Huélamo prefiere ser prudente y no avanzar más hasta que la Fiscalía no examine bien los datos para saber el motivo de ese porcentaje tan alto, algo que no se repite en la Audiencia Provincial. Allí, se dictaron 54 sentencias penales el año pasado, de las cuales 36 se mantuvieron completamente de acuerdo con el Ministerio Fisclal, ocho condenatorias más que no coincidieron con el criterio de la acusación y diez «que no se acogieron a la tesis del fiscal».

Por tanto, sobre las sentencias de los juzgados tiene claro «que no estamos en unos porcentajes adecuados al rigor con el que el fiscal debe regular los escritos de acusación». En principio, es pronto para saber si se tomarán medidas, pero el fiscal jefe avanza la posibilidad de tener que introducir «más elementos» en los escritos de acusación. Huélamo tampoco entró como fiscal jefe a finales de octubre de 2018, con lo que desconoce qué ocurrió en buena parte del año y no ha revisado los datos de años anteriores para ver si sucede lo mismo porque no era su «competencia». Sin embargo, ahora sí se ha comprometido a estar muy pendiente del tema.

actividad. La mayoría de los índices de actividad en los juzgados crecieron el año pasado. Huélamo resaltó un incremento del 60,5% en escritos de acusación, un 1% en diligencias previas, y un 6,9%  en diligencias de investigación, ya que se llevaron a cabo un total de 62.

En relación a la criminalidad, la memoria destaca un aumento del 22,2% en los delitos contra la vida e integridad, ya que se produjeron 2 asesinatos y 16 homicidios por imprudencia, un 14,2% más que en 2017. En total, hubo 32 homicidios, dos menos que el año anterior. También los delitos contra la libertad sexual son llamativos. Se contabilizaron 60 agresiones sexuales, lo que refleja un incremento del 46,3%, dos delitos de violación y 94 abusos sexuales, entre otros.