Dos investigadores de la UCLM crean una 'spin-off' en Toledo

J.S.
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La universidad regional participará con el 10% del capital en Toledo Fine Kemicals, que aplicará un procedimiento más rápido, con mayor rendimiento y ecológico de clorometilación de moléculas para su aplicación en el ámbito de la óptica.

Dos investigadores de la UCLM crean una 'spin-off' en Toledo - Foto: David Pérez

Dos investigadores del Instituto de Nanociencia, Nanotecnología y Materiales Moleculares (Inamol),  dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y con sede de en el campus de la Fábrica de Armas, verán como el procedimiento que patentaron en 2017 para la clorometilación de moléculas tiene una salida industrial.

El Consejo de Gobierno de la Universidad de Castilla-La Mancha acordó en su reunión del pasado 11 de diciembre entrar a través de la empresa UCLM-Emprende en el capital social de Toledo Fine Kemical. En esta nueva ‘spin-off’, que será constituida tras el paréntesis navideño, participarán también con el 25%los investigadores Francisco José Ortega y Fernando Langa, ambos pertenecientes al Inamol, y la empresa de capital riesgo Beable Innvierte Kets Fund. Esta sociedad, que controlará el 65%de la nueva ‘spin off’, está especializada en invertir en sectores industriales y tecnológicos con el objetivo de  el objetivo de transferir a la sociedad aquellas tecnologías nacidas del entorno académico e instituciones de investigación españolas y proporcionar el apoyo necesario para transformar los descubrimientos en productos a través de la creación de start-ups.

Concretamente Toledo Fine Kemical, que tendrá su sede social en el campus tecnológico de la Fábrica de Armas, se dedicará a la clorometilación de moléculas de antraceno aplicando un novedoso procedimiento sintético preliminar que permite excelentes rendimientos finales ya que permite lograr excelentes rendimientos finales (más cantidad de producto conocido como BCMA) con un consumo mínimo de reactivos y de tiempo.

Hasta la fecha, el proceso de clorometilación de compuestos puede ser realizado mediante una gran variedad de estrategias sintéticas que permiten la preparación de la molécula objetivo. Estos procedimientos implican el uso de disolventes orgánicos, corrientes de gases de difícil aplicación y compuestos de elevada toxicidad, además de poner en marcha procesos cuyo escalado industrial supondría una alta inversión y complejidad.

Sin embargo, el proceso de síntesis patentado por la Universidad de Castilla-La Mancha implica usar exclusivamente un medio acuoso como disolvente, prescindiendo de disolventes orgánicos en su preparación, así como la eliminación de corrientes gaseosas y reactivos de toxicidad. El proceso se acoge a diversos principios de la Química Verde estipulados por la IUPAC (International Union of Pure and Applied Chemistry) y permite excelentes rendimientos finales y un consumo mínimo de reactivos y tiempo.

La intención de Toledo Fine Kemical es trasladar las condiciones  preliminares de preparación en laboratorio a una planta piloto donde se puedan obtener grandes cantidades -hasta 20 kilos de producto por lote de fabricación-, que permitan atender la demanda de clientes que se produzcan a lo largo de estos años iniciales de andadura empresarial.

Además, una vez que se haya conseguido este escalado, la intención de los responsables de esta ‘spin-off’ es aplicar de esta ruta sintética a otros sustratos de interés de manera que se puedan preparar otras moléculas y materiales derivados para nuevas aplicaciones industriales.

Las aplicaciones industriales del BCMA, derivado de gran valor en el mercado por las dificultades que conlleva su preparación, son muchas. Entre ellas, el desarrollo de materiales moleculares con aplicación en óptica y electrónica, como el desarrollo de emisores de luz de uso en dispositivos electrónicos (OLED) y de sensores ópticos para detección de otros tipos de moléculas de interés.

Asimismo se pueden desarrollar materiales poliméricos de aplicación en almacenamiento de gases para su empleo como almacenadores/absorbentes en la industria del automóvil (almacenadores de hidrógeno) y frente a la contaminación (almacenadores de contaminantes).

Por último, estos materiales también podrán ser utilizados como catalizadores en diversos tipos de reacciones y como moléculas precursoras de otras con elevado interés por su potencial mercado en farmacología e industrias de fragancias.