Para que un queso sea manchego, en la etiqueta debe aparecer precisamente la palabra ‘Manchego’. «Si no la lleva», explicó a La Tribuna el presidente de la Cofradía del Queso Manchego, Ismael Álvarez, «no lo es, aunque lleve un molino o un quijote». Este producto se obtiene de la leche de oveja de raza manchega y debe llevar, además, un etiqueta adhesiva amarilla que certifica que el queso ha pasado los controles del Consejo Regulador. En su parte posterior, añade Álvarez, debe llevar una placa de caseina numerada con el día y la hora de elaboración y el nombre del productor. «Es importante» saber distinguir estos elementos «para que no nos den gato por liebre», dijo el presidente de la Cofradía tras presentar ayer en Toledo los quesos que obtuvieron mayor puntuación en el XX Concurso Regional de Calidades de Queso Manchego.
Álvarez lamentó, no obstante que España no sea un gran consumidor de este producto como sí lo son, por ejemplo, países como Francia, Alemania, Holanda, Italia o Grecia. De ahí que la mayor parte de la producción acabe exportándose. Para dar un giro a este escenario, Álvarez apostó por campañas promocionales más continuadas en el tiempo, así como incidir en los colegios a través de charlas y talleres. «Las grandes promociones televisivas o audiovisuales son flor de un día. Eso no hace que se consuma más queso». Sin embargo, «si tocas puerta por puerta, me refiero a hacer hoy una cata aquí en Toledo y mañana otra en otra parte del país, logras llegar a muchos potenciales consumidores y gastando muy poco».
A su juicio, la «clave» pasa por incidir «continuamente» en la mente del consumidor, señalar la importancia de consumir un queso manchego y enseñarle a identificarlo correctamente.
EL CÓMIC DEL QUESO LLEGA A LOS COLEGIOS. Los niños son una parte muy importante de este puzzle, subrayó Álvarez. La Cofradía que dirige acude a los centros escolarés a explicar a los pequeños, a través de un cómic, la importancia que tiene este sector en Castilla-La Mancha y cómo identificar un queso manchego de uno que no lo es. «Ese niño cuando sea adulto no va a tener problemas para identificarlo», concluyó.