«Pablo Lozano fue mucho más que mi maestro»

Jorge Cancho
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El matador de toros toledano se considera «afortunado de haber toreado cinco tardes en este atípico año, en las que me encontré bien y disfruté delante de la cara del toro»

Álvaro Lorenzo. - Foto: Juan Mellado

Cinco paseíllos y tres salidas a hombros en un año tan atípico como este. No está nada mal

Ese es el mejor calificativo posible a esta temporada: atípica. Aún así he de reconocer que he tenido suerte por haber podido hacer cuatro paseíllos en Europa, tres de ellos en España, y otro más en Manizales. Un año que pese a todo ha sido positivo ya que me he encontrado bien y he vuelto a disfrutar delante de la cara del toro. Insisto, una suerte haberme podido vestir de luces estas cinco tardes para hacer lo que más me gusta, que no es otra cosa que torear.

Comenzaba muy temprano al otro lado del charco

El año anterior tuve un gran inicio de temporada en Manizales, hasta el punto de que llegué a indultar a un toro. Así que el pasado enero volvía a empezar temporada allí, pero no hubo tanta suerte en la corrida. Quizá si hubiera matado bien al sexto podría haber cortado una oreja. Pese a todo, volví a sentir el cariño de toda la afición colombiana.

Un mes después llega su primer festejo en España, concretamente en Valdemorillo, una plaza importante al encontrarse a las puertas de Madrid

Empezaba muy bien la temporada, ya que conseguía salir a hombros con un encierro de Montalvo al que corté dos orejas. Todo parecía que venía de cara, si bien la pandemia no tardó mucho en complicarlo. Me las prometía muy felices y luego todo se torció.

Así es, llegaría la pandemia aunque usted al menos ha podido torear luego en Linares y en Úbeda…

Ya digo que no me puedo quejar. Y es que en Linares creo que cuajé una faena redonda, sin duda la mejor de este 2020. Y la de Úbeda también fue una tarde bonita e importante, ese mano a mano con el maestro El Juli en el que corté dos orejas a uno de mis toros y al otro también le podía haber desorejado si hubiera estado acertado con la espada.

Una gira, la de la reconstrucción, valorada por muchos y criticada por otros, pero que ha servido para mantener viva la llama taurina

Así lo veo yo. Pienso que ha sido una iniciativa tremendamente positiva. Y es que según está el panorama no queda otro remedio que idear cosas que permitan que el mundo taurino no se quede parado y siga creciendo, pues entre otras cosas es la única fórmula para mantener la afición.

Meses malos para todos, no digamos para la tauromaquia, tanto para los profesionales como para los ganaderos

Todos los sectores de la sociedad  han salido seriamente dañados, y en el mundo taurino ha sucedido lo mismo, tanto entre los profesionales como entre los propios ganaderos,  muy perjudicados todos. Por eso digo que hay que fomentar iniciativas para que la fiesta no caiga en el olvido y que siga adelante.

La falta de ayudas al sector taurino, pese a depender del Ministerio de Cultura, ha supuesto alguna denuncia en algunas comunidades autónomas y escraches al titular de la cartera, como los de Albacete  y Valladolid...

Es difícil de entender que para los toros no haya ayuda alguna, mientras que para el resto de actividades del mundo de la cultura sí. Por ello, es triste ver cómo muchas familias relacionadas con el mundo taurino lo están pasando realmente mal, ya que no tienen ni siquiera para comer. Un auténtico drama.

Durante el confinamiento, seguro que no paró de practicar el toreo de salón

Fueron varias semanas en las que tuve mucho tiempo los trastos en mis manos, pues entre otras cosas no se podía hacer más, y me dediqué también a ver vídeos de toros.

También visitaría más de una ganadería. De hecho participó en la iniciativa Tiempos de espera, en la finca del ganadero José Cruz

Eso fue posteriormente, cuando nos dejaron salir a la calle. José Cruz organizó un tentadero en el que el maestro López Chaves y yo matamos un toro cada uno.

Tuvo tiempo de capitanear una iniciativa solidaria para buscar fondos para el hospital y las residencias de Toledo

Fueron momentos complicados y de escasez, de ahí que decidiera con mi familia empezar una campaña para recaudar dinero para geriátricos y hospital de Toledo. Y he de reconocer que la respuesta de la gente fue mucho mejor de lo que esperábamos en un principio.

La muerte de Don Pablo Lozano imagino que le habrá hecho mella

Desde luego, ha sido un trago muy duro, pues le considero mucho más que mi maestro. Él ha sido, es y será mi seguidor número uno, el que más ha confiado en mi incluso en mis peores momentos. En el seno de esta familia me he forjado como torero y estoy muy feliz de continuar ligado a ella.

He leído en alguna entrevista sus quejas hacia aquellos que califican su toreo de correcto

No es que me moleste, pero calificarlo de correcto, sin que lo considere negativo, parece que sabe a poco. Correcto me suena como si dijeran ni bien ni mal, y no es así. Y digo esto sabiendo que el toreo  es una carrera de fondo y de superación en la que debo seguir trabajando mucho para lograr ese concepto que busco.

¿El invierno cómo se presenta?

Los dos últimos años he cruzado el charco, pero este año creo que la cosa va a estar muy complicado por la pandemia. Aún así, afronto este invierno con muchísima ilusión, pues el objetivo es trabajar duro para mejorar muchas cosas. Quiero, durante estos próximos meses, dar una vuelta de tuerca a mi forma de torear con el único propósito de que cuando el virus nos deje de una vez, no se si tardará mucho o poco, poder volver a los ruedos y sorprender a la afición.