Fallece a los 78 años la actriz Rosa María Sardá

EFE
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La artista muere en su Barcelona natal tras seis años de lucha contra el cáncer dejando tras de sí un legado en el que se alzó con dos Goya por 'Sin vergüenza' y '¿Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo?' y la Medalla de Oro de la Academia

La actriz, humorista y presentadora Rosa María Sardá ha fallecido en Barcelona a los 78 años, según ha informado la Academia de Cine en un tuit.

El funeral por la actriz, que padecía un cáncer desde hace seis años, será "estrictamente privado", han confirmado desde su agencia de representación.

Hace poco más de un mes concedió una entrevista a Jordi Évole en la que habló sin tapujos de su enfermedad pero sin perder el sentido del humor que la caracterizaba: "Tengo un cáncer pero no saben dónde lo tengo y se lo inventan".

Fallece en Barcelona a los 78 años la actriz Rosa María SardáFallece en Barcelona a los 78 años la actriz Rosa María Sardá

"Yo no lucho contra nada, no se lucha contra el cáncer, el cáncer es invencible. Es una cuestión de que los que se ocupan de ti tengan más o menos tino al programar unas ciertas medicaciones. No se trata de un match a ver quien gana. El cáncer siempre gana. Siempre", añadió.

Ganadora de dos goyas como mejor actriz de reparto, por Sin vergüenza y ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, Sardá recibió en 2010 la Medalla de Oro de la Academia.

De formación autodidacta, Sardá dio muestras de su talento polifacético como actriz, humorista, presentadora y directora teatral.

Fallece a los 78 años la actriz Rosa María SardáFallece a los 78 años la actriz Rosa María Sardá - Foto: SGAE

Moros y cristianos, Alegre ma non troppo, Airbag, La niña de tus ojos, Todo sobre mi madre, Sin vergüenza y Ocho apellidos catalanes, son algunos de los trabajos más destacados de la intérprete barcelonesa, que se hizo muy popular en la España de los años ochenta con su programa televisivo Ahí te quiero ver.

Su fino humor y su tremenda ironía quedaron patentes en los gags que realizaba, especialmente junto a Enric Pous, el Honorato con el que veía la televisión.

En los últimos años se le rindieron diferentes homenajes, entre ellos el de los informadores cinematográficos, que en 2016 le concedieron el Premio Feroz de honor.

"En la ferocidad de este mundo es emocionante que seamos capaces de hacer fiestas y seguir haciendo cine, pese a todos los palos. Somos afortunados porque no estamos cruzando el Egeo en una patera, ni en campos de refugiados", dijo al recoger ese premio, demostrando una vez más su compromiso político y social.

El año pasado estuvo entre las firmantes de un manifiesto de intelectuales, artistas y políticos, que pedía a los partidos catalanes que no impidieran la designación del líder del PSC, Miquel Iceta, como senador autonómico para que pudiera ser nombrado presidente del Senado, algo que no sucedió.

Y este 2020 debería haber recibido el Fotogramas de Plata especial en una ceremonia que se suspendió por la pandemia del coronavirus.

La revista resumió a la perfección los valores de la actriz: "Tan capaz de mutar de personaje cómico cada 10 minutos como de dejar asomar (la media sonrisa) una humanidad, una tristeza o un patetismo como únicamente las grandes, quienes han pasado de la comedia al drama, son capaces".