Unos se quitaron los tricornios y otros las sotanas. Cambiaron su indumentaria habitual por la ropa deportiva y dejaron el cuartel y las iglesias para desplazarse al campo de fútbol municipal del barrio toledano de Santa Bárbara. Allí, con 20 grados a la sombra y un sol de justicia, curas y guardias civiles se enfrentaron en un partido benéfico, organizado por Manos Unidas, para recaudar fondos que irán destinados a la construcción de dos colegios en la República de Benín, en África occidental.

Un total de mil entradas, contando también la fila cero, se vendieron para el enfrentamiento, que reunió a unas 700 personas en el campo de fútbol municipal, llegados desde diferentes puntos de la provincia, como los sacerdotes participantes.

La competición arrancó pasadas las cinco de la tarde, pero el ambiente festivo y deportivo empezó mucho antes. Sobre el césped se escuchó a una banda de trompetistas interpretando ‘Pescador de hombres’, el título de una canción religiosa compuesta en 1974 por el sacerdote y compositor Cesáreo Gabaráin.

Guardia civil y clero compiten para que gane África - Foto: VÁ­ctor BallesterosLos asistentes también pudieron contribuir a al causa comprando camisetas y gorras, así como otros artículos de Manos Unidas, vendidos por voluntarias de la entidad vinculada a la Iglesia.

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, se puso la gorra, para soportar el sol y el calor, y participó de la cita poniendo el balón, de color naranja, en juego, haciendo el saque de honor acompañado del general Manuel Llamas, jefe de zona de la Benemérita en Castilla-La Mancha.

Los primeros minutos dejaron claro qué equipo sería el vencedor del partido, aunque ya se sabe eso de que en el fútbol todo puede pasasar, salvo si juega Alemania. Diremos que en esta competición los guardias civiles, con equipación azul, eran los alemanes, al meter cuatro goles en apenas unos minutos al portero de los sacerdotes, don Juan, de Alcaudete, que se lo tomó con humor. ‘La defensa, la defensa...’, comentaba a uno de los espectadores que le pedía ‘cuentas’ mientras comentaba que los curas iban de negro emulando la sotana.