El Bien Común a través de autores de distintas épocas

Lola Morán Fdez.
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El profesor de Historia Fidel Cordero rescata el pensamiento sobre el Bien Común de autores desde antes del siglo XV hasta hoy en 'La historia en clave comunera. Apuntes para una interpretación'

El Bien Común a través de autores de distintas épocas

La vigencia del pensamiento comunero es una de las premisas que sustentan la obra que acaba de publicar Fidel Cordero, profesor de Historia en Talavera. Bajo el título ‘La historia en clave comunera. Apuntes para una interpretación’, Cordero recoge un trabajo de veinte años de lecturas y reflexiones, junto a su activismo político, y que se vio impulsado a raíz de su participación en el año 2012 en el ciclo de conferencias organizadas por la UNEDde Talavera en el marco del segundo centenario de la Constitución de Cádiz.

En este marco, Cordero abordó la figura de los comuneros, «pero no el origen del siglo XVI, sino los comuneros románticos, gente que en pleno inicio del Romanticismo, en el siglo XIX, estuvieron en el ala izquierda del liberalismo, queriendo retomar mucho la tradición esa comunera de tres siglos atrás». Se llamaban a sí mismos, recuerda Cordero, los hijos de Padilla, hicieron la sociedad semisecreta de los comuneros, y eran «muy interesantes por lo que planteaban ya en mundo contemporáneo».

Tras esta ponencia, Cordero empezó a vislumbrar que había una serie de ideas que si bien se asociaban a un momento histórico, «eran utilizables en otro momento» y consideró interesante en este sentido «hacer una relectura de la historia descubriendo autores y obras que nos daban claves todavía utilizables».

A lo largo de las más de 200 páginas de su libro, Cordero aborda lo que denomina ‘la vigencia del pensamiento comunero’, que parte de que «ideas de los primitivos comuneros son muy útiles hoy día». En concreto, recuerda que los comuneros defendían «la soberanía de la gente, del común, por eso se llaman comuneros, de las comunidades, por encima de los gobernantes». Entendían que los gobernantes están «para obedecer lo que quiera la voluntad general y no al revés, no para que ellos puedan decidir despóticamente lo que quieran hacer».

Como indica Cordero, esto es lo que siempre se ha leído más de los comuneros, «que habían sido unos antecesores de las revoluciones modernas». Posteriormente, añade, se han hecho otras lecturas «muy interesantes» en las que se insistía más en el aspecto económico de esta revolución y cómo los comuneros defendían «la economía productiva, del interior de Castilla, de Toledo, de Segovia», y sin embargo del lado del emperador se posicionaron aquellos que defendían más la economía especulativa.

«Eso conecta con el tema del imperialismo que ahora genera tantos debates», explica, y añade que ha tomado aún mayor relevancia a partir del 15-M y de la Primavera Árabe, «cuando la gente no solo ha reivindicado una democracia real, participativa, sino que además, unido a eso, una sociedad más activa».

Cordero ha ido buscando toda esta línea de pensamiento en una serie de autores incluso anteriores al siglo XV y hasta contemporáneos como Christian Felber, autor de la Economía del Bien Común, el historiador Rutger Bregman o Patricia Manrique.

Así, su libro ‘La historia en clave comunera. Apuntes para una interpretación’ recoge una serie de lecturas y de autores, algunos muy conocidos y otros menos, para hacer una lectura histórica que saca a la luz que, a lo largo de la historia, ha habido quien ha hecho propuestas pragmáticas o utópicas y, sobre todo, quien ha defendido la predominancia de la comunidad, de la cooperación, de esos valores positivos frente a la competitividad o la oligarquía.

Se trata, como explica Cordero, de una serie de ensayos que si bien tienen una base histórica en la revolución comunera, «se intenta extender a lo largo del tiempo y ser más transversal para tocar aspectos también de la economía y de la sociedad».

La obra, dirigida a cualquier lector con interés por la historia, el pensamiento político y la ciudadanía activa, ha sido publicada por la editorial Metrópolis y se distribuye a través de ‘Traficantes de sueños’.