El intenso aguacero que sacude la provincia de Toledo ha dejado un paisaje desolador en los municipios que circundan la capital regional, especialmente en aquellos situados al sur de la ciudad imperial. Tras las lluvias de ayer, localidades como Argés, Burguillos, Cobisa, Guadamur o Polán han sufrido las peores consecuencias del segundo episodio de la dana. Las tormentas han alcanzado un volumen de precipitación muy elevado, lo que ha impedido la correcta evacuación del agua. Los destrozos materiales afectan a viviendas particulares, explotaciones agrícolas y ganaderas y recursos de uso público. Agentes de los cuerpos de seguridad y de rescate se afanan por rescatar a los vecinos atrapados en el interior de sus coches y casas y ponerlos a resguardo.

«Está bastante mal», dice Félix Ortega, alcalde de Cobisa, sobre la situación de su municipio apenas tres horas después del comienzo de la tormenta. «Están abriendo los accesos», explica. El municipio ha estado durante casi dos horas incomunicado. La carretera TO-3100, la principal vía de entrada y salida de la localidad, se convirtió en un zona intransitable. Sobre la calzada, convertida en una pista de barro, se hallaban varios vehículos «atascados». Efectivos policiales se afanan en liberar a sus ocupantes y en despejar la vía.

La huella de la tormenta es profunda. «Los daños son bastante importantes», resume Ortega. El agua ha alcanzado todos los rincones. En Cobisa, también ha llegado a sus vías principales. «Ha derribado muros y arrastrado piedras». El alcance de la riada es aún desconocido. Se necesitarán días para medir el impacto de un episodio extremo.

La riada engulle a este coche en las calles de Polán - Foto: La Tribuna

La desolación se replica en los pueblos próximos. Calles y avenidas se transformaron en cauces improvisados. Las grabaciones en video compartidas en las redes sociales muestran imágenes muy similares en las localidades de los Montes de Toledo más cercanas a la cabecera de Castilla-La Mancha. En Guadamur «hemos tenido un metro de agua en la calle principal»,cuenta su alcaldesa, Sagrario Gutiérrez. El primer balance de daños arroja un saldo demoledor. «Nos ha destrozado el Parque del Lago, en la entrada del pueblo, además de un parque infantil que tenemos en la zona céntrica». Las afectaciones incluyen un par de garajes desde los que se seguía bombeando agua horas después del chaparrón. «Tenemos barro y lodo por todos sitios». Gutiérrez recuerda la condición de su localidad como «ría de paso», señalando los problemas que origina «el río que se forma cuando llueve en el entorno de Casasbuenas» dentro de la localidad. Entrada la tarde, «el nivel del agua estaba bajando».

El consejero de Fomento, Nacho Hernando, ha informado de la suspensión del servicio Astra para el transporte de pasajeros en autobús entre Argés y Cobisa.

Los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirman la potencia de la riada. En Navahermosa se han recogido 26 litros por metro cuadrado, en Quintanar 22, en Talavera 16,8 y en Madridejos 12,8. Las cantidades, además, han caído en un corto periodo de tiempo, lo que ha incrementado el poder destructor del agua.

No hay constancia de heridos en los municipios afectados. Según la información facilitada por el servicio regional de emergencias 112, Cobisa ha sido, «con diferencia», el municipio con más incidencias derivadas de la tromba, siendo los achiques y el ramaje caído debido a las inundaciones los principales motivos de actuación.