Hacía frío pero salió el sol. No se quedó una mala mañana para combinar deporte y reivindicación. De hecho fueron más de 5.000 los toledanos que se volcaron ayer de manera activa -andando, corriendo o en bicicleta- con la defensa del río Tajo. Unas 5.000 personas, de ellos 3.000 inscritos, participaron en alguna de las pruebas deportivas de la segunda edición de la Vuelta al Tajo, convertida desde su estreno en uno de los grandes eventos de la ciudad y en uno de los éxitos de convocatoria para reclamar un río limpio y con caudal suficiente a su paso por Toledo.

‘Volvamos a vivir nuestro río’ fue el lema elegido para el evento que contó con la participación de una representación muy heterogénea de la sociedad toledana, desde bebés en carritos, hasta familias y grupos de amigos que decidieron sumarse a la iniciativa, pasando por aquellos más duchos en pruebas deportivas de calado.

Entre ellos también estuvo la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, quien hizo el recorrido andando junto al expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y el presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Gutiérrez, así como diferentes concejales de la Corporación municipal.

La regidora se mostró feliz de la respuesta de los toledanos y destacó el papel activo de la ciudadanía en la defensa de río, en estos momentos, tras años de mayor pasividad. «Lo importante es que la ciudad de Toledo se vuelque en defender sus intereses, nuestro medio ambiente y la defensa del Tajo», comentó.

Tolón reivindicó «solidaridad con todas las ciudades, pero también con la nuestra» al entender que «hay alternativas para que todos los territorios se sientan beneficiados y no perjudicados, como es nuestro caso, con el trasvase Tajo-Segura y hasta que no se termine con ese trasvase la calidad de las aguas del río no será digna», dijo.

La socialista destacó la implicación de la ciudadanía con este asunto. «En Toledo nos preocupa el Tajo y no miramos hacia otro lado», manifestó la primera edil, asegurando que «a las nuevas generaciones y los que estamos aquí nos importa mucho, ya que nuestros padres y abuelos se bañaron aquí y por qué no pueden hacerlo nuestros hijos».

Por su parte, el expresidente José Bono se mostró convencido de que veremos un Tajo limpio y puso el foco en Madrid, tildando de «verdaderamente inadmisible» que «todos aquellos ecologistas de Madrid que hacen oídos sordos a Toledo no salgan a protestar de los vertidos».

«Si usted ve dónde se juntan el Jarama y el Tajo, verá que no hay persona decente que no se manifieste en contra de esa vergüenza», sentenció.

De otro lado, el presidente provincial, indicó que este evento «contribuye a generar conciencia social y, desde la ciudad de Toledo, que no se resigna a que su río muera, exigir un caudal suficiente».