Niega que agrediera sexualmente a su hija durante dos años

Josechu Guillamón
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La letrada de la acusación particular que representa a la Junta de Comunidades, que tiene la custodia de la menor, asegura que existe una prueba contundente contra el procesado

Imagen del acusado al abandonar la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. - Foto: Rubén Serrallé

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete acogió ayer la primera sesión del juicio contra un padre que se enfrenta a 15 años de prisión por agredir sexualmente a su hija durante dos años, hechos que negó con rotundidad.

Durante su declaración, el procesado, B.E.F., natural de Marruecos y que en la actualidad tiene 46 años, comentó que tenía tres hijos y que la denunciante había nacido en 2004, con lo que en el momento de los hechos tenía entre 11 y 13 años de edad. También manifestó que la relación con su hija era buena y que nunca había tenido ningún problema con ella.

Al ser preguntado directamente por los abusos los negó con firmeza y llegó a afirmar incluso que «nunca me he quedado a solas con mi hija. Yo paso todo el día trabajando, me voy por la mañana y vuelvo por la tarde».

En ese sentido, manifestó que trabajaba todos los días de la semana a excepción del domingo, día que aprovechaba para ir a buscar chatarra.

Por otra parte, afirmó que nunca había visto cortes en las piernas o en los brazos de su hija, porque era su mujer la que se ocupaba de todo lo referente a los niños.

La madre. Por su parte, la madre de la menor manifestó que su relación con la niña era normal y que en el colegio iba con retraso, por lo que tenían que llevarla a clases de refuerzo. Por otra parte, comentó que tanto en el colegio, como en el instituto, al que entró dos meses antes de denunciar los abusos, tenía problemas con niños españoles que se metían con ella por ser marroquí.

En cuanto a su marido, corroboró que nunca se había quedado a solas con la niña y aseguró que si había que salir de la vivienda lo hacían todos juntos.

También afirmó que su hija «odiaba ir a Marruecos» y que cuando denunció los hechos tenían previsto viajar al país y que al final no pudieron realizar el citado viaje.

Al acabar su declaración la madre aseguró que su hija no había dicho la verdad. «Todo lo que dice la niña de su padre es mentira, porque yo siempre estoy en casa».

En la vista también declaró la menor, pero lo hizo a puerta cerrada por petición expresa de la letrada de la acusación particular, Cristina de los Ángeles García García, y del fiscal, Emilio Frías.

La letrada, que pide la misma pena que el fiscal, manifestaba fuera de la sala que había una prueba contundente de la culpabilidad del acusado. «Desde el punto de vista de las acusaciones la hay. Además  lo importante en este caso es que a la niña se la cree desde el minuto uno, desde que cuenta los hechos tiene todo el apoyo tanto de Servicios Sociales, como de la Policía Judicial, como de todos los profesionales que participaron en la revelación de los hechos y es relevante la credibilidad que se le da a la niña desde el primer momento».

La abogada recordó que la testifical de la niña podría ser suficiente para condenar al padre, pero reiteró que existían otro tipo de pruebas que corroborarán ese testimonio.

Entre esas pruebas se encuentran la declaración de los agentes que llevaron el caso y la de los profesionales médicos que se entrevistaron con la pequeña, que declararán durante la jornada de hoy y la de mañana.